ANAITASUNA 25

ZAMORA 29

Nunca una derrota supo tan bien. Helvetia Anaitasuna cayó derrotado ayer en casa frente al penúltimo, el MMT Seguros Zamora, pero la también derrota del Ciudad Encantada frente al Huesca mete a los de Juanto Apezetxea en la Copa Asobal por primera vez en su historia.

Sin duda, un premio muy merecido para los navarros después de una primera vuelta espectacular que quizás se vio un poco ensombrecida ayer por la derrota. Tal vez la presión de tener que ganar para no mirar de reojo a otros resultados pasó factura al conjunto iruindarra, pero lo cierto es que el hasta ayer penúltimo le comió la tostada a los de Apezetxea.

En una primera parte que comenzó con muchísima igualdad, el dolor de muelas para Anaitasuna tuvo un nombre: Octavio Magadán. El central referencia del Zamora acabó los primeros 30 minutos con nada menos que nueve goles –cuatro de ellos de penalti y otro con un fly espectacular–. Al acierto del canterano, ya asentado en la Asobal, se le unieron los constantes errores locales, que sentían la presión de la victoria. El resultado: una renta máxima visitante de siete goles (6-13 y 7-14).

En el comienzo de la segunda parte parecía que las cosas se tornaban, ya que Magadán fallaba un penalti y el Zamora perdía un balón. Pero entonces Jorge Martín tomó el mando anotador visitante y, aunque Anaitasuna se acercó a los tres tantos (20-23, 23-26) y hubo unos minutos de reparto de goles, el Zamora se llevó el triunfo.

Las miradas se trasladaron entonces a Huesca, donde el Cuenca perdió 29-25 y Anaitasuna se clasificaba para la Copa Asobal.