Ni se molesten, ya les digo yo lo que pone en Wikipedia: Los fosfitos son las sales o los ésteres del ácido fosforoso (H3PO3). El ion fosfito (PO33-) es un ion poliatómico con un átomo de fósforo. Tiene geometría piramidal. Las numerosas sales de fosfito, tales como el fosfito de amonio, son altamente solubles en el agua. Hasta aquí puedo leer. Todo viene del fósforo. Que para mí significa cerilla. Que puede relacionarse con el fuego, las hogueras,  los incendios y la política.

Pensando en los lugares de la tierra donde hay más fosfatos, me introduzco por la parte de atrás del cuento en Perú, donde hace unas semanas a su actual presidente estuvieron a punto de echarlo del cargo y que una vez superada la crisis indultó por razones de salud a Fujimori. El anciano dictador peruano, salió simulando estar muy malito, pasó por una clínica, privada, naturalmente, le dieron sopa de caldo y está en la calle. Una jugada magnífica. Los fosfatos es una materia que los chinos usan con profusión.

Es el viejo truco del indulto político. Un signo más de la precaria situación democrática en la que nos movemos globalmente. Yo veo en la reunión militar española al suegro de Urdangarin y lo relaciono con el indultado peruano. No existe una relación objetiva que yo pueda explicar sin la presencia de mis abogados y camellos, pero veo que al final, un buen indulto soluciona todo aquello que la justicia ha podido tejer con sacrificio y desempeño voluntarioso. Junqueras no está ni procesado formalmente, sin condena y está en prisión. Los fachas de Blanquerna, con condena en firme, están en la calle amenazando al personal y Urdangarin, también condenado, esquiando en Suiza.

Decía que los fosfitos son parte importante en la nueva agricultura extensiva porque es un magnífico bioestimulante.