Jon ORMAZABAL
Pelota

El salto de Danel Elezkano se refleja en la clasificación

El de Zaratamo y Rezusta obtienen el billete virtual a semifinales tras imponerse en otro duro partido.

BENGOETXEA-LARUNBE 19

ELEZKANO-REZUSTA 22


Tras ver el partido de ayer en el Labrit, cuesta creer que exista semejante abismo clasificatorio, de cinco puntos, entre unos Danel Elezkano-Rezusta que desde su atalaya del liderato ya ven despejado su pase a semifinales y unos Bengoetxea VI-Larunbe, finalistas de 2017, que parecen definitivamente descolgados. Fueron unos pequeños detalles los que terminaron por desnivelar la balanza en un gran partido que satisfizo a los pelotazales que volvieron a llenar la Bombonera, pero en un campeonato de partidos tan igualados, al margen de lo que indique la tabla, cualquier matiz termina suponiendo un mundo.

Y con los dos zagueros a muy buen nivel, Rezusta pegó mucho pero Larunbe realizó una destacadísima defensa, incluso creando algunas opciones para su delantero, la gran diferencia está en el momento que atraviesan Danel Elezkano y Oinatz Bengoetxea. Y es que, los puntos también otorgan esos intangibles como la confianza y la fe y Danel Elezkano volvió a mirar cara a cara a un rival de postín en los momentos calientes, los de Asegarce llegaron a adelantarse 17-14 y 18-16 tras un partido de constantes alternativas, acertó y es ese paso o salto adelante el que ha llevado a su pareja a lo más alto de la tabla.

Oinatz, incómodo

El campeón manomanista, por su parte, es la otra cara de la misma moneda. Quizá no se pueda decir que el de Leitza jugara un mal partido ayer, pero sigue sin ser el Oinatz resolutivo y eficaz de no hace tanto. Con problemas en las plantas de sus pies, Bengoetxea ha perdido esa osadía e irreverencia y un Oinatz con dudas al pasar al ataque es mucho menos Oinatz.

Con todo, los de Asegarce no han perdido ese ardor guerrero que los llevó a la final el año pasado. Larunbe aguantó a un Rezusta que salió desbocado en los peores momentos y, a poco que Oinatz acertó a encontrar el ancho, incluso manejaron algunas rentas importantes. Pero lejos de amedrentarse, Elezkano se metió en el cuerpo a cuerpo con su rival y salió victorioso.