BERA BERA 32

HGB ZUAZO 23

Super Amara Bera Bera actuó ayer tal y como de un vehículo Diesel se tratase. Cocinó a fuego lento su entrada al partido, mientras el Hotel Gran Bilbao Prosetecnisa Zuazo potenció su mejor imagen en los primeros quince minutos. En ese instante dijo adiós a su última ventaja en el marcador (6-7) para dar la bienvenida a un parcial de 4-0 a favor de las donostiarras. 

Y es que en cuanto las donostiarras se organizaron en defensa, anularon por completo cualquier estrategia posible de las pupilas de Juanjo González. Ni por fuera, ni por dentro. Ainhoa Hernández tan solo vio puerta en una ocasión durante la primera mitad. Menéndez ya adelantó en la previa que anular a la pivote iba a ser clave en el duelo y estaba en lo cierto, mientras que el Zuazo no pudo controlar a Silvia Arderíus y muestra de ello los ocho goles que marcó, todos ellos en los primeros treinta minutos. 

Esos detalles marcaron la diferencia, porque la central del Zuazo, Luján, solo pudo marcar desde los 7 metros, mientras que no se contabilizó ningún gol de las extremas en la primera mitad. A eso hay que sumarle la actuación magistral de Castellanos, una más desde que comenzó enero. Ayer realizó 14 paradas meritorias para la desesperación de sus excompañeras, siempre protegida por el eje central formado por Karsten, Berasategi, Menendez y Etxeberria, que tuvo mucho que ver a la hora de provocar pérdidas para así sacar a la palestra su mejor plan: la del contragolpe, muchas de ellas culminadas por Leire Aramendia.

&zeroWidthSpace;Juanjo González intentó recortar distancias con todas las tácticas posibles –incluso se vio a Elorza dando algunsa indicaciones–. Jugando con uno más en ataque –dejando así la portería vacía– y con una mixta a la hora de defender. Manrique borró del tapete a Arderíus, pero este Bera Bera sacó el otro as de la manga, además de los contragolpes cuando la situación requería: la de Elke Karsten desde los 9 metros. Así, aunque el Zuazo marcó en cinco ofensivas consecutivas no consiguió acercarse en demasía, no como para peligrar el marcador (25-18). 

En el tramo final, y ya sin demasiado orden, la escuadra de Puche llegó a gozar de una ventaja de diez goles (29-19 y 30-20) hasta que el definitivo formó un número capicúa: 32-23. 

El Zuazo no pudo repetir la hazaña histórica de la Euskal Kopa ni tampoco se acercó a las sensaciones mostradas en los dos duelos del año pasado. Bera Bera, consciente de la importancia de cada victoria de aquí a final del curso, tiró de paciencia para meter presión a Rocasa.