Ejemplar
La climatología convirtió a un patoso amigo de Zoido en un impresentable y chulesco personaje de serie española de moda, que tan pendientes están de hacer un lavado de cara a todas las policías. Me refiero al increíblemente todavía Director General de Tráfico, Gregorio Serrano, que en la siguiente nevada, de la que estamos todavía recibiendo coletazos, apareció en todas las cadenas y canales televisivos en su supuesto lugar de mando, en mangas de camisa, rodeado de pantallas, con un walki-talki en la mano, haciendo ver que daba órdenes. Era curioso comprobar cómo toda su inquietud era mirar de reojo a la cámara que le estaba grabando. Es decir, eso que quería ser ejemplar, lo era, pero un ejemplo de manipulación, de poca vergüenza. Y un ejemplo de la pleitesía y sentido servil de los medios de comunicación ante un acto tan burdo. Por eso cuando uno lee que un conductor dio, en un control realizado en un polígono de Pontevedra, positivo en todas las drogas que el test de GC puede detectar, me puede por menos que pensar en lo ejemplar de este individuo. Politoxicómano y cobaya voluntaria. Probador de todas las sustancias en el mercado local, un alma cándida, un ciudadano auténticamente ejemplar. Él concentra la sabiduría pragmática de la calle, demuestra que no hay drogas sino dosis, y lo pararon de manera rutinaria, no porque diera ningún síntoma de nada. En Zaragoza hay un revuelo porque ha publicado el Ayuntamiento un folleto para advertir del buen uso de las drogas. Yo nombraría al ciudadano ejemplar gallego, como comisionado universal para el consumo responsable de drogas. Yo conozco a quien pudiera dar clases magistrales de Paracetamol y de ahí en adelante. El rey de la Simvastatina me llaman mis amigos. Pero las que se obtienen sin receta en el mercado libre, mejor que nos las enseñe quien sabe.