Joseba ITURRIA
CICLISMO AMATEUR

Onditz Urruzmendi, el sprinter de Igeldo

Estrenó su palmarés amateur en Zumaia y se marca este año como definitivo.

Onditz Urruzmendi (Igeldo, 1996) ganó el sábado la primera prueba del Euskaldun al sprint en Zumaia y protagonizó una de esas bonitas fotos que agradece el deporte de ver a un ciclista de un equipo modesto (Eibar Energía) por encima en el podio de los dos conjuntos más potentes representados por Dani Viejo (Caja Rural), que ganó cinco carreras en su debut amateur y corrió el año pasado en el Unieuro continental, y Alex Jaime (Lizarte). Cuarto fue otro gran sprinter, Miguel Ángel Fernández.

Urruzmendi reconoce a GARA que ganar a esos rivales «me ha dado mucha confianza para la temporada. Sabía que en un sprint podía estar adelante, que ellos han sumado muchas victorias en amateur y puestos con profesionales y he podido ganarlos. Cuando logré el campeonato de España de juveniles en pista fue muy bonito, pero la del sábado es mi victoria más importante. Un momento muy especial. El año pasado lo pasé mal y esto me viene muy bien».

Tras su primer triunfo como amateur agradece «al equipo porque hicieron un trabajo estupendo en los últimos kilómetros. Hubo una fuga de cuatro corredores peligrosa porque entraron representantes de Caja Rural y Baqué que no iban a tirar atrás y mi equipo tiró. En las últimas dos vueltas me colocaron bien y al final Urko Semperena e Iñigo Etxarri me dejaron cara a cara con los Caja Rural, pude entrar entre los cinco primeros y rematar con el último sprint. Me sirvió de experiencia lo que pasó el año pasado, que fui noveno. Este puesto y el tercero de Amorebieta habían sido mis mejores hasta la victoria».

El dilema del velocista vasco

Urruzmendi mide 1.77 y pesa 71-72 kilos y explica que los sprinters vascos «intentamos bajar de peso y mejorar un poco más en subidas cortas para llegar en grupos pequeños. Y es una pena porque hay cantidad de buenos sprinters vascos y es muy difícil que salgan porque además de la de Zumaia solo tienes la de Amurrio. Me da pena que aquí las carreras no sean apropiadas para mis características. Eres sprinter y aquí no hay sprints y pierdes tus cualidades. Para llegar en grupos reducidos tienes que perder peso y musculatura y así pierdes en el sprint. Espero poder llegar este año en carreras no tan duras como las de Urretxu o Amorebieta, que en un grupo reducido demos la talla».

Hasta juveniles corrió con el Donosti Berri y dio más importancia a la pista que a la carretera, en la que ganó en cadetes dos pruebas en Azpeitia y Araia y una en juveniles en Bergara. Logró el campeonato de Gipuzkoa en pista y los estatales juveniles y después le entraron las dudas.

«No tenía claro si iba a seguir y el primer año amateur solo hice pista. En el segundo más en serio me ficha el Debabarrena y me enganché de nuevo. Estudiaba un Grado Superior de Deporte y no era por tema de estudios, acabé la época de juveniles cansado, me centraba solo en la pista y no tenía muchas ganas de ciclismo. En cadetes y juveniles me gustaba mucho la pista, pero ahora la he dejado de lado. Este invierno he competido solo en cinco de las nueve carreras de la Challenge y me he centrado en la carretera. El año pasado ya tenía intención de andar bastante más en carretera, pero no me salió una buena temporada. Este año sí que quiero dar el nivel que creo que puedo tener».

Y aspira a ser ciclista: «A casi todos los que estamos aquí nos gustaría llegar a profesionales. Está difícil la cosa, pero ahora ha mejorado con el salto de Murias y Euskadi. Sé que es muy difícil, pero vamos a intentarlo y ojalá que pueda ser profesional». La victoria de Zumaia le da fuerza para el que se ha tomado como «mi último año si no consigo pasar a profesionales. No me veo pasando a élite. Por eso he preparado mejor que nunca la temporada». Desde el Debabarrena han dado varios el salto a profesionales y, pese a su modestia, está «muy a gusto con el trato que nos dan. Corremos el calendario vasco, es un equipo pequeño, pero no nos falta de nada y hemos hablado para disputar a final de año alguna vuelta fuera, ver mi nivel con más llegadas masivas y aprender».

 

Un corredor muy unido a su familia

Onditz Urruzmendi agradece tras su primer triunfo amateur el apoyo que siempre le ha dado su familia, especialmente sus padres, que le acompañan a todas las carreras. Su vida es muy familiar. Reside con sus padres en un caserío en Igeldo dividido en tres viviendas y en las otras dos viven su tío Juan Karlos Izagirre, ex-alcalde de Donostia, y su tía, viuda de Mikel Urruzmendi, que falleció en noviembre: «Empecé a andar en bici con sus zapatillas. Andaba mucho en bici de montaña y tuvo una influencia muy grande. Nuestra relación es muy estrecha y familiar, vivimos todos aquí. Y si ando en bici es por mi familia. Iba con mi hermano y mis padres al Tour cuando era un niño y desde siempre me gustó. Empecé en infantiles de segundo año y cuando empecé tuvo bastante importancia mi tío Mikel. Compaginaba la escuela de ciclismo de Donosti Berri con la pelota. En infantiles jugaba a la mañana en Nafarroa, comíamos en el camino e iba a las carreras a la tarde. Fui dejando la pelota y empecé con el ciclismo en serio». J.I.