Anjel Ordoñez
Periodista
JO PUNTUA

Dropbox

Me comenta el ordenador, con su habitual tono de cortés amenaza, que mi sistema operativo ya no es compatible con Dropbox, y que si no me actualizo no voy a poder seguir utilizándolo. Lo que no sabe el ordenador –o probablemente sí– es que no uso Dropbox. Nunca.

Vivimos en los tiempos de la miopía forzosa, obligados a poner el foco en lo inmediato, constreñidos por un modelo vital que nos empuja a lo individual y limita lo colectivo a esa ilusión de globalidad impersonal que representan los likes y los hashtag. El devenir del complejo liberal ha decidido estrechar círculos, reducir aún más nuestros ciclos y encerrarnos en la paradoja del árbol y el bosque para toda nuestra ridícula eternidad.

Nada dura. Existimos obsesionados con la renovación, instalados en una retórica de extrema fugacidad, en la que todo es perecedero hasta el absurdo. Esclavos de la plusvalía, nos vemos atrapados por el Uróboros del corto plazo, conformes con las imposiciones de la competitividad, a merced de un modelo de interinidad permanente, feudatarios de la mecánica productiva global, cada vez más indefensos ante un sistema capitalista que ha encontrado la clave definitiva: la caducidad del Dropbox.

Pero voy más allá. A riesgo de parecer unabomberiano o directamente un botarate enajenado, diré que la tecnología ha cobrado vida y es ya autónoma, autosuficiente. Ha clonado nuestro instinto de supervivencia y ha conseguido que la tecnología solo sirva para crear más tecnología, es decir, para reproducirse y perpetuar su especie. Los humanos solamente somos accesorios consumidores y, de momento, colaboradores necesarios. Estúpidos entusiastas de la obsolescencia programada.

Pero bueno, como dice Iribar, no hay nada peor que un pesimista. Amigo chopo, para ser optimista hace falta valor y, sobre todo, espíritu crítico. Y en esas estamos, como el salmón, a contracorriente. Convencidos de que el consumo sostenible es una de las siete llaves que abren el candado de la independencia individual y colectiva.