Tras Deportivo y Las Palmas, penúltimo y antepenúltimo, la Real es el conjunto más goleado de Primera. Hasta el momento ha encajado nada menos que 52 dianas, cinco más que en toda la temporada 2006-07, en la que la escuadra txuri urdin bajó a la categoría de plata, todo un dato de la gravedad del asunto.

Sin duda, esta circunstancia ha sido una de las más determinantes en el despido de Eusebio Sacristán y el principal aspecto a corregir por el nuevo inquilino del banquillo, Imanol Alguacil. Evitar esta sangría goleadora será su principal reto, algo que la Real apenas ha podido combatir en cuatro jornadas, las únicas en las que logró mantener su portería a cero, frente a Villarreal, Alavés, Athletic y Betis.

En principio, Ipurua parece un escenario poco propicio para ello, dada la estadística negativa de los donostiarras en dicho campo en Primera, pero en la actual coyuntura incluso deberán sobreponerse a la historia más próxima. De conseguir el triunfo en Eibar, sería el primero a domicilio de 2018, ya que hay que remontarse hasta octubre pasado para el último, que se formalizó en Mendizorrotza.

«Intenso y agresivo»

Jon Bautista se mostró confiado de acabar con la reciente mala racha del equipo en el estadio armero, si bien advirtió de que enfrente tendrán un rival «intenso y agresivo», que les pondrá las cosas muy complicadas. «Ellos seguro que apretarán arriba para aprovechar las cosas que puedan tener», indicó.

Para contraponer esa disposición del adversario, la Real «intentará hacer un buen trabajo» con el que materializar una victoria muy necesaria, y así «darle una alegría a la afición». El camino para firmar ese obligado triunfo no será muy diferente al que han venido intentando poner en práctica a lo largo del presente ejercicio, ya que el estilo de juego que promueve Imanol «es muy parecido» al de Eusebio Sacristán.