Jon Garai y Patri Perales
EH Bildu
KOLABORAZIOA

Por una convivencia democrática. Reconocimiento de todas las víctimas

Las últimas semanas han sido un vivo reflejo de lo que está sucediendo en Navarra y de la actitud de cada fuerza política ante lo que es un reto del conjunto de la ciudadanía: construir la convivencia pacífica sobre los cimientos del respeto de todos los derechos humanos para todas las personas.

Es clave ir alimentando esa convivencia en términos constructivos, siendo conscientes de las diferencias pero asumiendo la responsabilidad de tejer ese futuro en común. La postura y apuesta política de EH Bildu es precisamente esa, y ello nos anima a participar en todos los foros y actos que algo puedan aportar en ese sentido. Con esa idea y sentimiento participamos también en los actos de reconocimiento y reparación de todas las víctimas.

Así lo hicimos el pasado 10 de marzo en el acto organizado por el Gobierno de Navarra. Asistimos y lo hicimos con absoluto respeto, a pesar de que el contenido y la actitud del acto no tuvieran desde nuestro punto de vista un carácter realmente inclusivo.

Pero si analizamos los acontecimientos y discursos posteriores, nos asalta cierta preocupación. Bien pudiéramos pensar que quizás algunas fuerzas políticas o representantes institucionales prefirieran que no asistiéramos a este tipo de actos, y que pretendieron trasladar su incomodidad al resto para así quitarse presión.

Que no quede duda alguna, EH Bildu va a participar en todos los actos que aporten de manera constructiva al reconocimiento y reparación de todas las víctimas. Lo haremos por responsabilidad política, por convicción y por compromiso con esa convivencia pacífica. Lo haremos porque el conocimiento de la verdad, el reconocimiento de todas las víctimas y su reparación es el planteamiento sobre el que se sustenta la propuesta de construcción de la paz que EH Bildu planteó hace ya tres años. Lo haremos también porque EH Bildu quiere hacer lo que dice. En lugares donde EH Bildu tiene responsabilidades hemos dado pasos y lo seguiremos haciendo.

Lamentablemente, creemos que no se puede decir lo mismo de otras fuerzas políticas. Prueba de ello la tuvimos el propio día 10 de marzo, con todo los sucedido en torno a la muerte en prisión del vecino de Iruñea Xabier Rey o en la reunión del lunes 12 de la presidencia del Gobierno municipal de Iruñea.

La muerte de Xabier Rey pone en evidencia que la única violencia que persiste y las únicas violaciones de derechos humanos que se producen hoy en día en este conflicto son las de los Estados. Pero también ha dejado en evidencia algo muy preocupante y doloroso: la falta de sensibilidad, la incoherencia de algunos que se dicen defensores de los derechos humanos, la ausencia total de empatía hacia el sufrimiento de una familia y su entorno.

Y lo que es más grave si cabe, constatar que se priorizan los intereses políticos y partidistas a medidas y discursos incluyentes. Xabier Rey ha sido una víctima de una política penitenciaria con la venganza como método, con la destrucción de la persona presa como objetivo, y con la crueldad como característica principal.

Sinceramente pensamos que nadie hizo en esos días nada que pueda considerarse una afrenta a las víctimas y tenemos la seguridad de que nadie lo ha pretendido.

Partiendo del respeto a las propuestas y opinión de cada fuerza política, creemos que la preocupación de algunos ha sido evitar una posición clara ante lo sucedido. No sabemos qué razones pudo tener IE para impedir en el Ayuntamiento de Iruñea que se debatiera la moción de EH Bildu en la que se denunciaba la política penitenciaria, se mostraba la solidaridad con la familia de Xabier Rey y se reafirmaba en el reconocimiento y reparación de todas las víctimas.

Lo decimos con preocupación y tristeza, como fuerzas políticas y representantes institucionales no hemos estado a la altura de las circunstancias. Porque en el camino hacia una convivencia verdaderamente inclusiva la prioridad de todas las fuerzas políticas, de todas las instituciones y de toda la sociedad también debiera ser acabar con la violencia, acabar con esa violencia que persiste. Porque es responsabilidad de todas hacer lo que esté en nuestras manos para acabar con esa política penitenciaria.

Un mínimo de empatía hacia los diferentes sufrimientos que se visualizaron ese mismo fin de semana hubiera ayudado a dar un nuevo paso en una dirección positiva, aunque fuera un pequeño paso. EH Bildu estuvo allí donde entendía que había que reconocer todos los sufrimientos e intentar acompañar en la medida de lo posible a quienes lo han padecido directamente. En el acto del Gobierno de Navarra y con la familia de Xabier Rey.

En lugar de hacerlo hay quienes han preferido enfangarse en la dichosa «batalla del relato», dinámica impositiva, excluyente y contraria a soluciones, quizás sin ser conscientes de que con ello en lugar de contribuir a la convivencia estén dando excusas al Estado español para seguir con su política de venganza e incluso dar nuevos pasos represivos como las detenciones de cuatro personas la semana anterior, entre las que se encuentra la responsable de Sortu en Navarra, Miren Zabaleta.

El empuje de agentes, movimientos sociales y el conjunto de la sociedad junto al trabajo en común de las fuerzas del cambio institucional en Navarra ha traído a muchos pueblos y a Iruñea ejemplos de iniciativas novedosas. Creemos en las potencialidades y posibilidades del cambio y apostamos porque también en el tema de la convivencia y el reconocimiento a las víctimas seamos capaces de trabajar con la misma energía.