Han tardado un poco, pero por fin han llegado al punto que más deseaban los chicos de Zoido, los amanuenses interesados del ministro Catalá, y han detenido en Catalunya a una joven catalana acusándola de terrorismo.  Todo porque debe pertenecer, se supone, a los CDR, Comités de Defensa de la República, que están llevando acciones de diferente índole en puntos estratégicos para denunciar la situación política atravesada por la injusticia de un reino español en manos de ultras con nulo sentido democrático.

El cuento lo tienen bien armado de tópicos, porque aparecen en el mismo grupos anarquistas como colaboradores. Es decir, quieren incidir de manera violenta en el silenciamiento de toda disidencia. Y lo grave es que tienen instrumentos legislativos, leyes aprobadas por varios partidos en el parlamento español y que ahora se hacen los locos, como si la cosa no fuera con ellos. Ha empezado el plan para implementar el sufrimiento a la juventud catalana, la utilización de lo de siempre, algo que aquí en Euskal Herria lo conocemos de manera muy profunda y que tenemos todavía en Altsasu, una muestra flagrante de esta desfachatez jurídica de la banda de M. Rajoy y quienes le aprobarán presupuestos o firmaron todos los pactos para dejar manos libres para que suceda lo que tenga que suceder en cuartelillos y comisarías.

De las imágenes pasadas a las televisiones de esta detención destaca que acompañaban a la detenida, que salió con la cabeza alta, sin esconderse, dos mujeres guardias civiles. Por lo que se reafirma mi primera idea: se trata de una acción enmarcada en la represión y la propaganda. Siempre hacen su propaganda limitando las libertades civiles de los que no piensan como ellos. Catalanes, os van a hacer sufrir mucho. No ha hecho nada más que empezar el ciclo.