Carlos Ruiz (Zizur Txikia, 1997) logró el sábado en Ereño su primera victoria como amateur: «Me ha costado dos años. Tienes experiencia en juveniles de ganar, pero es diferente en amateur. Es otro nivel, sufres más, la gente también anda, no solo estas tú en el pelotón, hay 150 corredores que la disputan».

Además ha sido tercero en Durango y cuarto en la cronoescalada de Cuéllar que corrió por unos problemas físicos que le impidieron ir al Balenziaga: «No tuve el suficiente nivel por una tendinitis, una sobrecarga en los isquios. Juanjo no me llevó porque no tenía esta confianza y me convocó para Cuéllar, que ha sido mejor que ir al Balenziaga a estropear la carrera a un compañero como Soto. De la lesión algún resquicio queda, pero hace un mes solo podía competir un día y ahora más de dos».

De su triunfo recuerda que «en Natxitua a 500 metros de coronar en el repecho el año pasado me remacharon, arrancó Mikel Alonso y ganó. Se me quedó en la memoria y arranqué ahí y me fui cogiendo a gente de la escapada que iba justa. En los repechos antes de Ereño cogí el último resquicio de la escapada y en el siguiente repecho les arranqué, Jorge Bueno intentó cogerme y no pudo y al final llegué solo con Jordi por detrás».

No sabía si era cabeza de carrera

Celebró la victoria con dudas porque «no sabía ni que era cabeza de carrera. Cuando llegas a meta escuchas a la gente decir que ganas y levanté el brazo a ver si colaba... No veía el típico coche de director de carrera, solo la moto de la Ertzaintza».

Asume que en Lizarte «todo el mundo anda muy bien, hasta los que han subido de juveniles y, si tienes una mínima oportunidad, debes aprovecharla al 100% porque los días pasan y en un abrir y cerrar de ojos estás en cuarto año y has desaprovechado los anteriores. El primero es de currar como un cosaco, en el segundo sigues trabajando para los que andan mejor y, a partir del tercero, puedes empezar a disputar, aunque te tocará trabajar también porque no son todas las carreras para ti».

Espera debutar en Bidasoa si consigue cambiar algunos exámenes de Historia, que cursa en la Universidad Privada de Nafarroa: «Sería el primer año que correría siendo de tercero. Mi punto fuerte es la subida, aunque en los demás terrenos ando bien porque tienes que ser un ciclista completo. Quizás venga otro compañero a disputar la general, pero la carrera pone a cada uno es su sitio y para nosotros Bidasoa es una de las más importantes junto a Navarra y quieres que se te vea y motiva».

Después no sabe si correrá en la Vuelta a Nafarroa o en el Giro sub’23: «Bidasoa es la segunda semana de mayo y queda mucho y no sabes qué va a ocurrir ni antes ni después. No tengo ni idea de si voy a competir en Navarra, el Girino o en Castellón».

«Siendo Movistar de casa atrae más»

Carlos Ruiz, como Urko Berrade, intentan aprovechar el trampolín de Lizarte a Movistar, salto que no da ningún navarro desde 2011, cuando pasaron Enrique Sanz y Javier Iriarte: «Todo ciclista sueña con pasar a profesionales y casi da igual el equipo, pero siendo Movistar de casa sí es una motivación, te atrae más y te hace andar un poco más. Es bueno que pasen del Lizarte al Movistar corredores, ves que si te esfuerzas y haces las cosas bien puedes tener posibilidades de entrar».

Comenzó a andar en bicicleta con su padre y en infantil de primer año entró en el C.C. Ermitagaña, con el que corrió hasta que pasó al Lizarte, que considera una escuela «para aprender a ser ciclista y llegar a profesionales y no tener que volver a bajar para aprender». Por eso agradece a Juanjo Oroz «por la paciencia que ha tenido estos años y a Jorge Sanz, antiguo entrenador, que ha tenido aún más paciencia que Juanjo, a mis padres y a todo el equipo por acogerme». J.I.