Los San Antonio Spurs saben que su futuro deportivo inmediato es muy corto. Salvo milagro, los Golden State Warriors, pese a la baja de Stephen Curry, darán buena cuenta de ellos en el quinto partido. En el quinto, sí, porque el cuarto cayó del lado texano, por 103-90, gracias a los 22 puntos y 10 rebotes de LaMarcus Aldridge y la penúltima exhibición de garra y calidad de Manu Ginóbili, que decidió el partido anotando las tres últimas canasta del mismo.

Poco antes, con 96-90 en el marcador, un golpe en la rodilla izquierda parecía que iba a obligar al «narigón» a terminar el partido en el vestuario. Con el pabellón en pie gritando «¡Manu!, ¡Manu!», «Manudona» Ginóbili retornó y acabó por decidir el partido, por encima de los 34 puntos de Kevin Durant.

Empates a todo

Fue una jornada reactiva, en el que los Spurs alargaron su serie mientras que Cleveland, Washington y Milwaukee consiguieron empatar a dos sus respectivas eliminatorias frente a Indiana, Toronto y Boston.

Las estrellas, estrellas son, diría el poeta. Un palmeo de Antetokounmpo dio un ajustadísimo triunfo a los Bucks ante los Celtics, 104-102, después de que los «orgullosos verdes» remontaran más de 20 puntos de desventaja gracias a los 34 puntos de Jaylen Rose y los 21 de Jayson Tatum. De hecho, los Celtics lograron adelantarse 99-100, pero Milwaukee, pese al descalabro al que parecían destinados, empataron la serie.

Igual que los Wizards, porque los Raptors sí que se descalabraron tras dominar hasta por 14 puntos, y más cuando expulsaron a Bradley Beal por faltas. John Wall agarró el toro por los cuernos y lideró a los capitalinos a la victoria por 106-98, con 27 puntos y 14 asistencias.

Y por si faltaba algo, el triunfo a domicilio de los Cavs, 100-104, que empató a dos su eliminatoria ante los Indiana Pacers. Como no podía ser de otro modo, LeBron James lideró los apartados de puntos –32–, rebotes –13– y asistencias –7–, pero no estuvo solo. Esta vez, no. Kyle Korver al fin encontró el acierto en los triples y se fue a los 18 puntos. Más los 12 de JR Smith y Jordan Clarkson, los Cavs vuelven a respirar.