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WASHINGTON

Macron apoya la idea de Trump de un «nuevo acuerdo» nuclear con Irán

El presidente francés, Emmanuel Macron, tenía en la agenda de su visita a su homólogo estadounidense, Donald Trump, la petición de que no rompiera unilateralmente el acuerdo nuclear con Irán. Trump volvió a calificar el texto de «desastre» y «locura». Sin embargo, tras su encuentro, fue Macron quien apostó por negociar «un nuevo acuerdo» con Teherán, algo que el resto de firmantes no comparte y que el Gobierno iraní rechazó de plano.

Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y del Estado francés, Emmanuel Macron, coincidieron ayer en respaldar la negociación de un «nuevo acuerdo» con Irán sobre su política nuclear. Macron dejó de lado el apoyo europeo al actual texto para respaldar la idea de un nuevo acuerdo que reclama Trump. «Tenemos un desacuerdo. Pero creo que estamos en vías de superarlo con la decisión que hemos adoptado de ir hacia un nuevo acuerdo», afirmó el presidente francés.

Ese nuevo entendimiento, explicó, tendría por objetivo «completar» el acuerdo que hace tres años fue firmado por EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania, China y Rusia con el gobierno de Teherán.

Uno de los puntos críticos de la agenda de la visita de Macron a Washington era la urgencia de convencer a Trump de no romper unilateralmente el pacto con Irán. Sin embargo, en la recepción en el Salón Oval Trump inició una larga y enfática diatriba contra el acuerdo, que calificó como «un desastre» y como «una locura».

Según Trump, el acuerdo hizo que Washington transfiriera enormes sumas de dinero al gobierno de Teherán. «Hablamos de barriles de dinero. Es una locura. Es ridículo», insistió.

El presidente de EEUU tiene plazo hasta el 12 de mayo para emitir una posición oficial de la Casa Blanca sobre el cumplimiento o no por parte de Irán de los compromisos asumidos por el acuerdo de 2015. La semana pasada el nominado Secretario de Estado, Mike Pompeo, había admitido que Irán está cumpliendo con esos compromisos.

En caso de que Trump decida lo contrario, el próximo paso podría ser una ruptura unilateral del pacto, gesto de consecuencias imprevisibles.

El resto de firmantes defienden la continuidad de lo acordado, lo que dejaba a Washington en una posición de aislamiento hasta las palabras de ayer de Macron. Teherán rechazó de plano la idea de «reiniciar» el acuerdo. «No, no será renegociado o alterado», subrayó el embajador iraní ante la ONU, Reza Najafi, que acusó a Washington de «haber continuamente violado los términos del acuerdo, entre otras cosas mediante acciones encaminadas a coaccionar a los otros participantes para que incumplan sus promesas». «EEUU debe rendir cuentas por cualquier consecuencia de sus temerarias políticas» contra el acuerdo, insistió.

 

Salir de Siria pero dejando «una fuerte y duradera huella»

Donald Trump, reiteró que desea retirar a los soldados estadounidenses que están en Siria «lo antes posible», pero esta vez matizó sus palabras añadiendo que quiere dejar «una huella duradera» en el país y no dar vía libre a Irán. «Volveremos a casa, pero queremos dejar una huella fuerte y duradera», afirmó el presidente estadounidense en la conferencia de prensa junto a Emmanuel Macron.

«Me encantaría salir de allí, me encantaría traer a nuestros increíbles guerreros», insistió si bien precisó que lo hará solamente cuando hayan completado su misión. Trump reveló en marzo su intención de ordenar la vuelta a casa de los soldados en Siria porque considera que en estos años de despliegue no se ha conseguido «nada», pero tuvo que dar marcha atrás. El propio Macron se jactó de haberle convencido. Trump afirmó que «EEUU está vergonzosamente implicado en Oriente Próximo» donde, según sus cuentas, ha gastado 7.000 billones de dólares «sin conseguir nada. Por otro lado, olvidó sus insultos al líder norcoreano, Kim Jong-un, a quien llamó «muy honorable» y dijo que Pyongyang ha comunicado a Washington que quiere que la reunión entre ambos se produzca «lo antes posible».

El encuentro con Macron estuvo rodeado de abundante pompa y expresiones de cercanía entre los dos presidentes con continuos abrazos y apretones de manos. GARA