Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - RETABET BILBAO BASKET

No pensar, simplificar y actuar

Lakovic quiere a sus jugadores activos y con «killer instinct» frente a un Obradoiro que los obligará a estar «sólidos los 24 segundos».

«No hay otro partido sino el de Obradoiro. Ese es el pensamiento de la semana». He ahí el primer titular que ofrecía Jaka Lakovic en su primera rueda de prensa previa a un partido de la Liga ACB. Un partido que enfrentará hoy a RETAbet Bilbao Basket en el Fontes do Sar a partir de las 19.00 ante un Obradoiro prácticamente salvado. Esa salvación galaica que dictan sus 12 triunfos contrasta con la agónica situación bilbaina, que con solo ocho triunfos a falta de cuatro partidos, y con la necesidad de llevarse dos más que el Tecnyconta Zaragoza, precisa hacer de la necesidad virtud.

No hace falta escribir con más detalle lo que le sucede a Bilbao Basket ni que perder en Santiago de Compostela complicaría aún más las cosas. De hecho, el propio Lakovic, a sabiendas de que en cuatro días no va a imponer un sello diferente después de cinco meses a las órdenes de Veljko Mrsic, abogaba por «simplificar» al máximo el juego de sus jugadores, sobre todo a la hora de atacar el aro rival.

«Queríamos simplificar algunas cosas para que los jugadores pudieran jugar con killer instinct (sic), energía y ganas, y sin pensar demasiado. Pensando mucho, nos paramos y no estamos tan rápidos ni explosivos. A ver si conseguimos hacer bien y rápido estas pocas cosas», insistía el preparador esloveno.

Lakovic admitió que «permanecer juntos es clave», al tiempo que quiso subrayar que «una de las labores que estamos haciendo es tratar de recuperar a los jugadores anímicamente. Hay que recuperar los ánimos y la ambición que los jugadores tienen. El problema es que una dinámica tan mala deja rastros en todos, sobre todo en los jugadores en cuanto que son los actores principales».

Siete días; 24 horas

Preguntado sobre la semana de trabajo, Lakovic reconoció que el primer día resultó «raro, sobre todo para los jugadores», al ver de un día para otro al segundo entrenador ascendido al cargo de entrenador jefe. En todo caso, se apresuró en añadir que «con el paso de los días las cosas han ido a mejor y estaremos preparados para el partido».

En ese sentido, quiso establecer una diferencia bien clara entre la labor de jugador y la de técnico. «Físicamente es más cansado jugar, sí, pero el trabajo de entrenador es de siete días y 24 horas. A medianoche seguía buscando información sobre el Obradoiro, porque el trabajo de entrenador nunca acaba», dijo.

Esa labor es más acuciente cuando un equipo juega de forma tan peculiar como el cuadro galaico. «Es, junto a Valencia Basket, el equipo que juega posesiones más largas, con muchos bloqueos indirectos... Tendremos que ser muy persisten- tes y no podemos dejar de estar atentos ni un segundo, porque cuando piensas que ya está, te meterán un triple al final de la posesión. Habrá que ser sólidos los 24 segundos», resumió el entrenador, al tiempo que puso el acento en «frenar las rachas» del Obradoiro.

Elogio a la afición

Por otro lado, unos 200 seguidores bilbainos acudirán esta misma mañana a Santiago en los autobuses puestos por el club, todo un gesto en una situación tan agónica.

«Con la afición aquí solo se puede hablar en superlativo. Es de las pocas ciudades de la ACB que cada 14 días tiene a nueve o diez mil aficionados con nosotros. Es un lujo y tenemos una gran responsabilidad para que compitamos y tengamos opciones al final del partido», recalcó al respecto Jaka Lakovic.