Ahora toca mejorar en el apartado de túneles
La época de vacas flacas se ha terminado. O, por lo menos, eso parece, especialmente si repasamos las decisiones que están tomando políticos y administraciones. Otra posible explicación es que se acercan las elecciones municipales y forales y hay que ir preparando los señuelos para vender durante la campaña electoral.
Este año se ha aprobado una nueva rebaja de impuestos, básicamente para las empresas. Cuando todavía no se ha terminado de cerrar, el PP ya anuncia las rebajas de tributos que propondrá para el futuro. No importa que no se hayan revertido los recortes en gasto social, que la enseñanza esté en huelga o los pensionistas en movilización permanente, para bajar impuestos siempre hay margen.
Para construir nuevas infraestructuras también. Ahora toca impulsar la obra pública, para que la cosa empiece a tomar brío. Si en Donostia se empeñaron en soterrar el «topo» de toda la vida y llamarle «metro», en Bizkaia no iban a ser menos. La semana pasada, el diputado general, Unai Rementeria, presentó el doble túnel bajo la ría que unirá Portugalete y Getxo. Servirá para descongestionar el tráfico, dicen.
Podían haber construido un puente como en Crimea, pero no. Túneles por todas partes; y si son complicados, mejor. Se ve que con la anterior crisis, las empresas constructoras locales ya aprendieron todo lo que se podía aprender de construir carreteras y viaductos. Ahora les toca mejorar en el apartado de túneles.
La Administración, como no podía ser de otra manera, comprometida con la innovación de las constructoras.