Natxo MATXIN
anaitasuna

El club renunciaría a la EHF aunque fuese invitado

Salazar, Bols, Méndez, Krsmancic, Vaquer y Pujol, caras nuevas del equipo.

El presidente de Anaitasuna, Miguel Ollacarizqueta, reconoció ayer que el club renunciaría a participar la próxima campaña en la EHF, caso de que este fuese invitado por la Federación Europea, ya que no le corresponde por puesto liguero, al haber finalizado sexto. «A nivel social se ha decidido asumir esa posición y es razonablemente justo no jugar en EHF, porque en el apartado económico da un resultado negativo que hay que detraer de Asobal», justificó.

Sus declaraciones se produjeron en el marco de una comparecencia de prensa donde la entidad blanquiverde confirmó las seis caras nuevas que tendrá el equipo para la próxima campaña: los porteros Eduardo Salazar (Cangas) y Patrick Bols (Kalstad), los centrales Borja Méndez (Teucro) y Mladen Krsmancic (Zeleznicar), el lateral derecho Pere Vaquer (Barcelona B) y el defensor Albert Pujol (Granollers).

Fue el responsable de la sección de balonmano, Javi Gracia, quien desgranó las características de cada una de estas incorporaciones, acordes a una línea más austera y en consonancia con una filosofía que va a priorizar impulsar el acceso de la cantera al primer equipo.

Sin entrenador

Asimismo, negó que se haya cerrado «a día de hoy» compromiso alguno con los técnicos que se barajan, «pero esperamos hacerlo en breve». Apuntó, por otro lado, que hay más opciones que los dos nombres que hasta ahora han salido a la palestra: el navarro Iñaki Aniz, que ya fue técnico del Helvetia en la 2014-15, y el del ya exentrenador del Teucro, Quique Domínguez.

«Buscamos un técnico con dedicación completa y que tenga capacidad de trabajo en equipo. Nuestro objetivo para la próxima temporada es estar entre los ocho primeros, aunque somos conscientes de que en los fichajes hay una apuesta de riesgo y daremos preferencia a los jóvenes de la base», complementó.

Ollacarizqueta asumió que fue durante el pasado diciembre, cuando se planteó la posibilidad de un relevo en el banquillo, «el momento en el que se precipitaron las cosas y nos planteamos hacia dónde queríamos ir. Si vamos a trabajar con la cantera, hay que ser consecuentes con ello, ponerlo como una obligación y el entrenador trabajar desde abajo».