Raimundo Fitero
DE REOJO

Etapas

Ando confundiendo el tiempo y el clima. Llueve, anega mis recuerdos; nieva, resplandece mi humor congelado. No sé hasta dónde llegará la bravuconada de estos cafres destemplados apartados de la cabra saltarina del poder o si entraremos como es de esperar en una etapa de desenfreno apocalíptico, de bestialidades, mentiras, presiones y desabridas declaraciones. Paco Marhuenda está muy contento o hace ver que está muy contento. Asegura que, para su diario, el cambio de gobierno, es un chollo. Que van a vender más, van a tener más seguidores. Y esa reflexión me tiene entretenido un buen rato. Especialmente porque ha habido una transformación estética clara en este propagandista de la banda: lleva zapatillas Converse de colores variados. Se abre la nueva etapa de salida a la calle de la derecha española, la azul, la naranja y la parda con intención de desestabilizar, la conocida estrategia de la tensión. Viejos sistemas del facherío de extremo centro. Y la Brunete mediática está haciendo cuentas. Algunos ya van a saco. Desmelenados. Agónicos intoxicadores se encaraman a sus púlpitos encabritados. Hacen muchos aspavientos porque peligra su futuro tan pegado a la capacidad de corrupción de sus ídolos. En el Estado francés se acaban de cargar a los guiñoles de Canal +. Veintisiete años haciendo crítica sarcástica con esos muñecos de látex que lograron crear un mundo paralelo donde la capacidad de sus guionistas y actores lograban hacer de la parodia, del muñeco, un icono de mayor valor que el original. Acaba una etapa de un tipo de humor televisivo que aquí fue olvidado hace unas décadas pero que seguía con poderío en el canal francés. Al actual propietario no le gustaba esa libertad, esa capacidad de intervención inteligente en la vida política y social. Y despidió a los cuatro creativos. De una tacada.