El sudafricano Daryl Impey (Mitchelton) fue el más rápido en el esprint de elegidos que decidió la primera etapa en línea del Criterium Dauphiné, entre Valence y Saint-Just-Saint-Rambert. La última dificultad de la jornada, en el segundo paso por la Cota de Barrage de Grangent, una subida al 4,5 por ciento de 1,3 kilómetros, a apenas tres de meta, encendió la mecha entre los hombres fuertes del pelotón y los velocistas puros se quedaron sin opciones de luchar por la victoria de etapa.

Hasta ese momento, los protagonistas de la carrera habían sido Nicolas Edet (Cofidis), Brice Feillu (Fortuneo) y Lawson Craddock (EF), que se fugaron en el primer puerto y que tuvieron una máxima diferencia de seis minutos. Pero el empuje de Quick Step y Bora sirvió para que el pelotón les neutralizara a falta de unos 11 kilómetros.

A partir de ahí el ritmo fue aumentando de forma vertiginosa y todo estalló en la última ascensión. Iván García Cortina (Bahrein) fue el primero en intentarlo, pero fue solo la antesala de los primeros espadas que atacarían después. Dylan Teuns (BMC) y Julian Alaphilippe (Quick) fueron los que más ganas le pusieron en la subida, con el líder Michal Kwiatkowski (Sky) muy atento a todos los latigazos. Ya en la bajada, Vincenzo Nibali (Bahrein) ensayaba un demarraje que tampoco tuvo éxito, con el grupo de elegidos preparándose para el sprint.

A falta de velocistas puros, Impey, de 33 años y ganador del Tour Down Under a principios de temporada, no tuvo rival en Alaphilippe, segundo, y el alemán Pascal Ackermann (Bora), que completaron los puestos de podio de la etapa. El sudafricano se coloca a dos segundos de Kwiatkowski en la general, mientras que el italiano Gianni Moscon, compañero de “Kwiato” en el Sky, está a tres.

La segunda etapa en línea se disputará hoy, entre las localidades de Montbrison y Belleville, con un recorrido ondulado de 181 kilómetros.

«No tenía ningún plan», admite el ganador

«Me sorprendí a mí mismo al derrotar a hombres como Kwiatkowski y Alaphilippe justo antes del Tour de Francia, así que es un buen paso en mi carrera. Ganar en el Dauphiné es importante porque es una gran carrera, así que estoy realmente contento», manifestaba el ganador de la etapa. «No tenía ningún plan, incluso en la reunión de la mañana, cuando el equipo dijo que podría apostar por mí, pensé que era un poco exagerado porque no sabía cómo iba a responder. Luchando hasta el final me vi delante y con opciones, por lo que lo intenté a 200 metros y todo salió a la perfección», añadía Impey.

Kwiatkowski, por su parte, reconoció que «en el último tramo incluso traté de disputar la victoria de etapa, pero Impey estuvo impresionante en el sprint. Estoy feliz de haber salvado una etapa difícil. Fue un final bastante nervioso y técnico. Algunas partes del circuito seguían mojadas, por lo que era muy importante mantenerse al frente. El equipo me protegió muy bien».EFE