Halep sigue siendo la mejor
La tenista rumana pasó por encima de Garbiñe Muguruza, que fue un espejismo en relación a su trayectoriaen el presente torneo. La otra finalista es la estadounidense Stephens, que pudo con su compatriota Keys.
Garbiñe Muguruza fue ayer un espejismo en relación a la jugadora potente y decidida que habíamos visto en el presente Roland Garros y cayó derrotada por Simona Halep, más número uno que nunca, por un rotundo 6-1 y 6-4 en poco más de hora y media. Mañana la rumana jugará la final contra la estadounidense Sloane Stephens (10) que se impuso a su compatriota Madison Keys (13) por 6-4 y 6-4.
Ante un público que respaldó ampliamente a Halep, Muguruza protagonizó un amago de reacción en relación a su mal inicio (6-1, abajo), pero con 4-3 a favor cedió su saque y propició la recuperación de su rival. También tuvo una segunda oportunidad en el largo noveno juego con un 4-4. Desaprovechó tres pelotas de ruptura y dejó el marcador 5-4 para la rumana, quien sigue buscando un primer triunfo en un Grand Slam.
«Con el apoyo de este público ha sido más fácil. Gracias a todos», manifestó Halep sobre el respaldo de los aficionados presntes en la pista Philippe Chatrier.
La campeona de Roland Garros de 2016 y Wimbledon en 2017 inició con mal pie el partido, pues cedió el saque en el primer juego. Se pudo recuperar en el segundo, pero desaprovechó tres bolas de ruptura. A partir de ahí, renunció a ese primer set. Entregó dos veces más su saque y cometió numerosos errores no forzados (16), frente a los 13 de su oponente, quien se basó en un excelente resto (59%) y en oportunas subidas a la red (tres con éxito de tres).
En la segunda manga, Muguruza se ajustó. Más golpes ganadores (12) y errores claros de su adversaria (tres dobles faltas) la metieron en el partido. Tuvo dos confortables ventajas de 3-1 y 4-2 que no rentabilizó. Y en el interminable 4-4 se le fueron tres rupturas. Luego, con 5-4 a su favor, la primera raqueta mundial no perdonó.
«No he sabido igualar el nivel de ella. Quizá le he dado muchos puntos gratis muy rápidamente y enseguida se ha ido en el marcador», manifestó Muguruza sobre la primera manga.
«Lo importante es estar aquí y jugar estos partidos. Uno saldrá bien, el otro no, pero lo importante es llegar a los últimos partidos. Algún día estaré en otra final», aventuró. De hecho, la campeona de Wimbledon defenderá su corona en unas semanas en Londres.
En la otra semifinal, Stephens, vencedora del Abierto de Estados Unidos en 2017, volvió a vencer en un gran torneo a su compatriota y amiga Keys, la anterior fue precisamente en esa del US Open y ayer lo hizo en una hora y 17 minutos.
Nadal, otra vez imparable
En el cuadro masculino, Rafa Nadal se recuperó del sofoco del miércoles, cuando se aplazó por la lluvia su partido ante el argentino Diego Schwartzman en el que iba en desventaja, y sellóayer su pase a las semifinales de Roland Garros, donde le espera el argentino Juan Martín del Potro. En un partido que se extendió tres horas y 42 minutos –dos horas jugadas el miércoles y una hora y 42 minutos el jueves–, el número uno consiguió doblar la rodilla al correoso argentino, al que tuvo que remontar un set en contra (4-6) para luego imponerse por 6-3, 6-2 y 6-2. Nadal, quien vio cortada su racha de 37 mangas seguidas ganadas en Roland Garros por culpa de Schwartzman, mejoró su prestación tras los dos parones.
Entretanto, Del Potro (6) ganó al croata Marin Cilic (4) por 7-6 (5), 5-7, 6-3 y 7-5 en tres horas y 50 minutos en un partido que también terminó ayer después de empezar el miércoles.
«Es duro hablar ahora. No tengo ninguna palabra para describir este momento. Es bueno para mí, para mi equipo, para mi familia», dijo entre lágrimas el emocionado tenista argentino, quien ha pasado un largo calvario de lesiones hasta poder regresar a unas semifinales de un Grand Slam.