Berlín apremia al despliegue de «cascos azules» en el Donbass
Los ministros de Exteriores de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania abordaron la posibilidad de desplegar fuerzas de la ONU en el Donbass, una medida sobre cuyo alcance difieren Kiev y Moscú. Berlín apremió a este despliegue y al cumplimiento del acuerdo de Minsk.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania abordaron ayer en Berlín la posibilidad del despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU en Ucrania y la aplicación del plan de paz pactado en Minsk.
Al inicio de esta primera reunión de los ministros de Exteriores del conocido como Cuarteto de Normandía desde febrero de 2017, el representante alemán, Heiko Maas, defendió el envío de «cascos azules» a la región del Donbass.
«Una misión de la ONU es una medida adecuada para velar por que aquello que ya fue acordado en los Acuerdos de Paz de Minsk pueda ser finalmente implementado con la ayuda de las Naciones Unidas».
«Ambas partes han mostrado su acuerdo con esa misión, pero difieren en cómo debe hacerse efectiva. Sobre esto es sobre lo que queremos empezar a hablar», añadió minutos antes del inicio de una cena de trabajo con sus homólogos francés, Jean-Yves Le Drian; ruso, Sergei Lavrov y ucraniano, Pavlo Kimkin. Kiev y Moscú difieren en lo que respecta a la forma, la dimensión y el alcance de una misión estabilizadora de la ONU en Donbass, como se conoce en conjunto a las regiones de Donetsk y Lugansk.
Moscú defiende una pequeña fuerza de protección para los alrededor de 600 observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que velan por el acuerdo de alto el fuego. Kiev en cambio espera que los «cascos azules» impidan cualquier enfrentamiento en la zona de conflicto.
«La implementación de Minsk está atascada», insistió Maas, para quien el encuentro de Berlín, más que una mera evaluación de la situación, debía lograr reactivar esos acuerdos.
El Protocolo de Minsk, firmado en 2015 aún no ha sido implementado y los observadores de la OSCE denuncian un aumento de la violencia entre los dos bandos. En los primeros cinco meses del año han muerto 27 civiles. El conflicto ucraniano se prolonga ya desde hace cuatro años y, pese a las sucesivas rondas negociadoras entre las partes implicadas, «no se ha logrado un alto el fuego que merezca ese nombre», recordó el ministro alemán, quien indicó que solo en lo que va de año se han denunciado «más de mil violaciones del alto el fuego».
Alemania y el Estado francés aspiran a un alto el fuego permanente, al repliegue de armamento pesado y a avances «verificables» –en palabras de Maas– en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk. Berlín insiste en que aún no se dan las condiciones para levantar las sanciones de la UE a Rusia dictadas en el marco de este conflicto.