Italia cantó ayer victoria después del gesto del Gobierno de Pedro Sánchez, que se ofreció para acoger al buque ‘Aquarius’, que navega con 629 refugiados y migrantes rescatados del mar Mediterráneo a bordo, al considerar que ha ganado una batalla en su lucha por reducir la afluencia migratoria a sus costas. «VICTORIA &bs;(sic)», escribió en Twitter al ministro del Interior italiano y líder de la Lega, el ultraderechista Matteo Salvini, después de dos días de crisis en las aguas del Mediterráneo, donde el buque navegaba en círculos tras el cierre de los puertos italianos y malteses para su atraque, y otro enfrentamiento entre Roma y La Valeta.

Sánchez dio instrucciones de acoger al ‘Aquarius’ para «evitar una catástrofe humanitaria» y cumplir con los compromisos internacionales en esta materia.

El ‘Aquarius’ se ha convertido en símbolo del endurecimiento de la postura de Italia tras la llegada al Gobierno del M5S y la Lega. Ayer Roma mantuvo su negativa de acogida. Salvini insistió en que «alzar la voz, algo que Italia no ha hecho desde tiempos inmemoriales, da frutos», al tiempo que reclamó «una nueva política de inmigración». Aseguró que su país no tiene el «deber» de convertirse en un «campo de refugiados».

El pulso entre Italia y Malta sobre qué país debía acoger al barco fue zanjado por Madrid.

El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, agradeció a España y acusó a Italia de «quebrantar las leyes internacionales y provocar una situación desagradable», por lo que instó a la UE a debatir sobre el tema. Roma había conminado al buque a dirigirse a La Valeta, quien se negó a recibir al ‘Aquarius’.

Su homólogo italiano, Giuseppe Conte, celebró que, tras su férrea negativa «las reclamaciones de Italia comienzan a ser escuchadas» tras un lustro de llegadas masivas de inmigrantes. «Habíamos pedido una Europa más solidaria y que nuestro país no fuera abandonado en la gestión de los flujos migratorios», señaló Conte, que consideró este episodio «un hito importante». «Italia ya no está sola», dijo.

El destino del buque será el puerto de València, donde se prevé su llegada a finales de esta semana, ya que según la distancia a la que se encuentra actualmente, en aguas del Mediterráneo entre Italia y Malta, las estimaciones indican que tardará cuatro días. Sin embargo, anoche seguía esperando una orden del Centro de Coordinación de Socorro de Roma.

Habían ofrecido sus puertos la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el de València, Joan Ribó, y ha sido el presidente valenciano, Ximo Puig, quien ha traslado su autorización al Gobierno para realizar esa acogida.

Mientras, en el barco, que es de la ONG Sos Méditerranée con la asistencia de Médicos sin Fronteras, los 629 inmigrantes a bordo, entre los que hay un centenar de niños y varias mujeres embarazadas, eran conscientes de que la comida y el agua se iba a acabar en breve –probablemente ayer–, mientras aumentan los problemas de espacio –la capacidad del barco no es suficiente para tantos días–, el cansancio –algunos fueron rescatados el sábado– y la tensión.

El Gobierno de Malta anunció ayer que enviará suministros.

La negativa de Italia y Malta a dejar entrar en sus puertos al barco de SOS Méditerranée no es un caso aislado, pues ya se han producido en otras ocasiones situaciones similares. La última, el domingo, cuando 232 inmigrantes rescatados por la ONG alemana Sea Watch llegaron al puerto italiano de Reggio Calabria tras cuatro días en el mar tras la negativa de Malta a que desembarcaran.

El rechazo al acogimiento de barcos con inmigrantes no se circunscribe, sin embargo, al Mediterráneo; el Sudeste Asiático y Australia son prueba de ello. En 2011, el buque noruego ‘Tampa’ recogió en el mar a 432 inmigrantes que habían naufragado y la Marina australiana impidió durante una semana su traslado a la isla de Christmas. Australia zanjó la cuestión pagando a terceros países.

 

Mitos y cifras en torno a la inmigración en Italia

La cuestión migratoria, después de haber dominado la campaña electoral en Italia, resurge con el cierre de sus puertos, pero el discurso no siempre concuerda con la realidad. Ni son demasiados, ni son caros, ni están abocados a la delincuencia.

Según el Instituto Italiano de Estadística, los extranjeros en situación regular son 5 de los 60,5 millones de habitantes en Italia, suponen el 8,3% y son tantos como los italianos que viven en el extranjero. Trabajan en pequeños negocios, ayuda doméstica o agricultura. Aunque los que preocupan son las más de 690.000 personas que han llegado desde 2013 y muchas de las cuales siguen en el país.

Estudios oficiales indican que aportan entre 2.100 y 2.800 millones de euros, más de lo que cuestan las arcas públicas; cotizan más de lo que reciben en pensiones o atención sanitaria.

Pese a la alarma social en torno a una serie de hechos atribuidos a inmigrantes, según Interior, los delitos han disminuido en los últimos 10 años, cuando la cifra de extranjeros ha crecido fuertemente. Pero los foráneos representan el 16% de los presos , el doble de su proporción en la población, según el Ministerio de Justicia.

Según informes recientes, las tasas de delincuencia de los extranjeros en situación regular son comparables a las de los italianos, pero aumentan entre los inmigrantes en situación irregular.GARA

 

Las elecciones locales refuerzan a la derecha impulsando a la Lega

La coalición de derechas, sobre todo gracias al impulso de la ultraderechista Lega, obtuvo importantes resultados en las elecciones locales del domingo en Italia para renovar 761 ayuntamientos, mientras que el M5S se estancó en casi todas las ciudades. Era la primera cita electoral tras la formación del Gobierno entre la Lega y el M5S y la participación fue del 61%, seis puntos menos que en los pasados comicios.
La coalición de derecha pasará a la segunda vuelta, el 24 de junio, en 15 capitales de provincia y el centroizquierda, en 10 de las 20 donde se votaba, mientras que el M5S solo lo hará en tres.
El Partido Demócrata (PD) puede celebrar haber ganado en Brescia en la primera vuelta al obtener el 54% de los votos. Mientras que la derecha y el PD irán a la segunda vuelta en Sondrio, Massa, Pisa, Siena, Ancona y Teramo, entre otras.
La Lega se impuso con el 54% en primera vuelta en Treviso, derrotando al alcalde del PD. También Vicenza pasa de manos del PD a las de la derecha tras vencer en primera vuelta el candidato de la Lega, y Catania, conde el aspirante de la derecha obtuvo el 51% frente al cinco veces alcalde del PD.
El M5S quedó fuera de la contienda en las principales ciudades. En Pisa obtuvo en torno al 10% de los votos y casi el 13% en Messina. Y en Roma, con alcaldesa del M5S, estará ausente de la carrera en los dos distritos que debían elegir alcalde.GARA