Jon ORMAZABAL
Pelota

Jaka sufre una posible rotura del dorsal en su partido más especial

El delantero de Lizartza sufrió un tirón en su brazoderecho al ejecutar un saque con 5-2 en el marcador y no pudo continuar. Hoy se conocerá el alcance real de una lesión que parece grave.

El partido más especial de la carrera de Erik Jaka, era su primer duelo mano a mano ante su íntimo amigo Jokin Altuna, y lo había preparado a conciencia, terminó mucho antes y mucho peor de lo esperado. Con 5-2 en el marcador, el de Lizartza ejecutó un saque, momento en el que sintió un fuerte dolor en su brazo derecho que le impidió seguir jugando. Ya en el tanto anterior, al tirar un perfecto dos paredes, sintió que el brazo se le había cargado, pero fue al dar el siguiente pelotazo cuando la gravedad de la lesión se hizo evidente.

Aunque habrá que esperar a la resonancia magnética que se le realizará esta tarde –este tipo de lesiones necesita de unas 24 horas para que la prueba dé un resultado fiable–, todo indica que el pelotari sufre una rotura de fibras en el dorsal derecho.

Así lo estima Juanjo Gascón, enfermero y masajista de Aspe, que fue quien lo atendió en la enfermería del Astelena. El galeno le aplicó hielo y le suministró un analgésico para mitigar el dolor, pero este era tan intenso que fueron los compañeros que habían disputado el telonero los que le tuvieron que quitar los tacos para que pudiera ducharse y regresar a casa.

Zona complicada

En caso de confirmarse los primeros pronósticos, será el grado de esa rotura el que determine el periodo de recuperación, pero parece seguro que se perderá buena parte del verano, ya que es una zona complicada para curar y que necesita tiempo. Según Gascón, el dorsal es «el músculo más utilizado por los pelotaris».

El propio Erik Jaka explicó que nunca antes había sufrido una lesión de este tipo, por lo que le resultaba imposible realizar ningún tipo de comparación. Eso sí, este tipo de roturas son bastante habituales entre los pelotaris y el último caso conocido es el de Andoni Aretxabaleta, que sufrió una lesión de este tipo en el partido de la sexta jornada del Parejas disputado en el Labrit de Iruñea.

El caso más sonado, sin embargo, es probablemente el de Aimar Olaizola en el Manomanista de 2003, en el que una reaparición prematura por la disputa de la final lo tuvo varios meses en el dique seco. Irujo y Oinatz Bengoetxea también han pasado por lesiones similares.