El segundo de la banda del PP, Teodoro García Egea, fue campeón mundial de lanzamiento de hueso de oliva, un deporte que hubiera entrado en competición olímpica si el Madrid de Ana Botella hubiera recibido el encargo de la organización de los juegos olímpicos. Es importante este dato en su currículum, un reconocimiento a su inteligencia y a sus saludables costumbres alimentarias. Seguro que si se presenta al de lanzamiento de lapos o escupitajos alcanza marca extraordinaria. Desplazado el lanzador de vomitonas algebraicas, Rafael Hernando como portacoz, el jovencito ultra Pablo Casado, mientras se va sabiendo que sus estudios fueron malos y sus títulos regalados, lucha denodadamente con Alberto todo por España por ser el más xenófobo y ultra del verano y suelta frases contundentes, verdaderamente fruto de su pensamiento de extrema derecha. La presión migratoria se va a aprovechar de una manera indecente. El PP va a aprovechar todo lo que suceda para recuperar de nuevo el poder y las adjudicaciones públicas, su fuente de financiación preferida. Van a tope, desbocados, y nos espera un verano caluroso y un otoño apocalíptico que puede llevarnos a un ciclo electoral abrasivo.

Nos hemos enterado de que Iñaki Urdangarin pasa sus días en la cárcel como horticultor, plantando, regando, cuidando pepinos y pimientos. Por lo que la familia real puede tener productos de proximidad en breve. La ejemplaridad de este Urdangarin supera todas las circunstancias y coyunturas. Va a montar una franquicia agropecuaria en el talego. Y la prensa le da cobertura publicitaria.

Así que mientras analizamos los resultados de un Le Tour que nos ha dejado despistados, esperamos los obligados reportajes de la ola de calor que se nos anuncia para reconfortarnos en nuestro huerto hidropónico de interior.