Natxo MATXIN
Champions League

Quieren dejar claro que ha llegado la hora del relevo

Después de un trienio triunfal, un buen número de clubes disputan al Real Madrid el título de rey europeo. ¿Serán capaces de destronar a los blancos?

Después de un trienio victorioso, parece que ha llegado el momento del relevo a la época triunfal del Real Madrid en la máxima competición europea. Los merengues siguen conservando un bloque de futbolistas de altísima calidad, pero la marcha tanto de Cristiano Ronaldo –120 goles en el torneo continental–, como de Zidane, artífi- ce desde el banquillo de esa tríada histórica, hacen abrigar esperanzas al resto de equipos para destronar al rey merengue.

Con permiso de la entidad blanca –la campaña pasada se les dio por eliminados en febrero y luego ya se vio lo que ocurrió–, hay toda una pléyade de equipos que ansían levantar el entorchado europeo y que gozan de argumentos para poder hacerlo. Barcelona, Juventus, Manchester City, PSG, Atléti- co –la final se juega en su estadio–, Bayern..., más algún que otro invitado imprevisto –sucedió en la última final con el Liverpool– disponen de efectivos suficientes como para ser candidatos al título, pero eso hay que demostrarlo sobre el césped en un campeonato en el que el más mínimo error se paga muy caro.

Casi todos ellos han realizado inversiones multimillonarias de cara a levantar la “Orejona”, pues para la gran mayoría su competición doméstica ya se les queda pequeña por repetitiva. Llevar ese gran trofeo a sus vitrinas justifica para los dirigentes el desorbitado gasto en el que se han convertido las operaciones futbolísticas, pero el problema es que solo puede ganar uno.

Jugadores desequilibrantes

En esa larga carrera por dejar en la cuneta a los rivales, todo cuenta y los detalles pasan a tener una relevancia primordial. Disponer de un talento que desenrede envites enmarañados es una baza esencial para facilitar el arduo camino hacia el triunfo final. Por ello precisamente, escuadras como el Barcelona y Juventus, con Messi y Ronaldo entre sus filas, cuentan con un plus añadido entre las casas de apuestas.

Ambos clubes consideran que llevan demasiado tiempo sin hacerse con el botín, de ahí que hayan confeccionado vestuarios de ensueño a tal fin. En el Camp Nou no esconden para nada que este es el objetivo del actual ejercicio –lo reconoció el propio astro argentino–, mientras que la Vecchia Signora quiere abandonar su reciente papel de segundona y para ello ha realizado el esfuerzo de incorporar a la estrella portuguesa.

Pero los dos dioses del universo fútbol de la última década comienzan a peinar canas y ya hay todo un compendio de figuras emergentes que quieren desalojarles del Olimpo. Después de firmar un Mundial sobresaliente gracias a sus actuaciones particulares, nada confirmaría mejor su progresión deportiva para Mbappé, Hazard y Griezmann que hacerse con la Champions.

Astronómico gasto de la Premier

Especialmente en el caso del primero que, por edad, apunta a ser el estandarte del relevo generacional y que, a buen seguro, estará ansioso por incorporar ese título a su reciente pero brillante currículum, máxime después del enorme chasco que supuso su eliminación a manos del Real Madrid la campaña anterior. Sin el alarde de talonario de pretéritos veranos por el inflexible marcaje que le está realizando la UEFA, el PSG ha logrado mantener su bloque y refor- zarlo con pinceladas que anuncian que este puede ser su año.

Quien sí ha vuelto a gastar a mansalva es el bloque de la Premier, avalado por la rentabilidad económica mundial de dicha liga. A nadie se le escapa que en esta su tercera campaña dirigiendo los destinos del City, a Pep Guardiola le falta la guinda que no pudo alcanzar con el Bayern. Precisamente fue el Liverpool quien se interpuso en su camino y este querrá culminar el trabajo que no pudo en la última final disputada. El Chelsea ha sido el último campeón inglés del torneo –2012– y su fulgurante inicio de temporada también le hace candidato.

Por último, no podemos olvidar al Bayern, con un plantel quizás demasiado veterano si lo comparamos con el resto de adversarios, pero cuya experiencia puede resultar crucial en los momentos más exigentes.