Recuerdo el Gaztetxe Eguna, celebrado en octubre de 2005, cuando Alfonso Alonso amenazaba un día sí y otro también con tirar la casa de la colina para hacer una quinta torre. Guardo un buen sabor de boca del Piztu Gasteiz, ya con Patxi Lazcoz en la Alcaldía. Y, como no, tengo muy presente la kalejira que recorrió la ciudad con motivo del Gora Gasteiz Eguna, una jornada organizada en abril de 2015 para responder a los mensajes xenófobos de Javier Maroto, que quería dejar sin ayudas sociales a las personas migrantes.

Ninguno de estos alcaldes tenía una buena relación con el movimiento popular. Todos tuvieron sus rencillas con los colectivos que durante años han trabajado para impulsar el movimiento autogestionario. Pero ninguno se atrevió a prohibir unas citas organizadas para demostrar que existe otra forma de entender esta ciudad, que hay una Gasteiz en la que se trabaja para mantener vivos espacios abandonados y se utilizan las ondas radiofónicas para difundir un mensaje alternativo.

Hoy se ha hecho público un manifiesto firmado por decenas de personas, muchas de ellas rostros conocidos de Gasteiz, en el que se denuncia la censura impuesta por el Gabinete de Urtaran a OkupaTU Gasteiz Eguna, una cita que pretendía llenar de color las calles de Alde Zaharra el 6 de octubre para celebrar el aniversario de Hala Bedi, Gasteizko Gaztetxea, Auzolana Pilotalekua y Errekaleor Bizirik!&csMarker;.

El Gobierno de PNV y PSE se escuda en que no se trata de «un acto de ciudad» para negar el uso de plazas y calles, pero debería comprender que no existe una sola manera de entender Gasteiz.