Vientos
Conviene quedarse fumando la shisha cuando sopla el viento de levante. Y siempre hay que hacerse alguna pregunta tras los acontecimientos y contemplando las caras de los supuestamente afectados. Los efectos de la tormenta siempre dejan apostillas. Y viendo la cara de satisfacción de Zipi Casado, de las argumentaciones del Don Pantuflo Aznar, al referirse a la irrupción de Vox en Vistalegre, hay que llegar a la conclusión provisional de que están muy contentos. De repente, la banda de Aznar, Aguirre y Casado se ha centrado. Su clara tendencia al discurso de extrema derecha queda difuminado por los exabruptos franquistas sin vergüenza que en el mitin se dijeron con total impunidad. Veremos cómo evoluciona. El populismo de extrema derecha, franquista, golpista español, tiene dos o tres nombres.
“El Objetivo” del domingo del suceso franquista, tuvo un tono mortecino, de acojono. Ni una palabra de más. Demasiada comprensión, demasiado compadreo. La veleta naranja, según descripción de Santiago Abascal, calla. Todos andan asimilando lo que ha pasado. En Forocohes, esa web donde se vierten todas las basuras, se asegura que ese partido tiene mucho futuro y que puede entrar en el parlamento europeo y ya se verá, si no tiene concejales en grandes ciudades. Veo un reportaje de tres pueblos con alcalde de Vox. ¿Por qué se jalean a los fascistas de verdad? Y en Brasil, como se preveía, pero con resultados todavía más rotundos, Jair Borsolano, el militar homófobo, machista y violento, fue el más votado. Por poco no gana la presidencia directamente. Hay una segunda oportunidad el 28 de octubre. Se tienen que juntar todos los votos en contra de esa extrema derecha militarista, homologable con la europea. Los devastadores efectos del ciclón Trump siguen triunfando en muchos puntos.