No es la primera vez que los sindicatos vascos unen fuerzas para demandar soluciones para los presos. Antes lo hicieron por quienes están enfermos y para reclamar el acercamiento, y ayer volvieron a reunirse en una misma comparecencia con una perspectiva más amplia. Incluye el anuncio de su participación en el acto previsto en el Palacio Miramar de Donostia este sábado 20 a las 16.00, justo antes de la manifestación que saldrá a las 17.00 muy cerca de allí, en el túnel del Antiguo, ambas cosas a convocatoria de la dinámica Orain Presoak. «Animamos a la ciudadanía, en especial a las y los trabajadores, cada cual desde su espacio, a coadyuvar a que la resolución de esta cuestión avance definitivamente», añadieron los ocho sindicatos.

Este posicionamiento lo firman ELA, LAB, UGT, Steilas, ESK, EHNE, Hiru y Etxaide. Los tres primeros, con un peso muy mayoritario en el sur de Euskal Herria, estuvieron representados en la rueda de prensa de Bilbo al máximo nivel, por Adolfo Txiki Muñoz, Garbiñe Aranburu y Raúl Arza respectivamente. CCOO emitió luego una nota en la que deja claro que comparte las reivindicaciones aunque no comparte «escenificaciones de unidad sindical ficticias que resultan imposibles ante hechos tan o más relevantes para la clase trabajadora». Estará también tanto en el acto del Miramar como en la marcha posterior.

El texto conjunto remarca que «en el contexto actual, entendemos que la resolución de la problemática de las personas presas sería una aportación necesaria a la convivencia democrática y a la reconciliación». Y a tal efecto reivindican unos «primeros pasos» consistentes en acercamiento, libertad de las personas presas con enfermedades graves y progresión de grado, hoy casi vetada.

Lo formulan textualmente así: «En relación con las personas presas aquejadas de enfermedades graves, nos reiteramos en la solicitud realizada el 5 de julio del pasado año: ‘Los sindicatos solicitamos a las autoridades competentes que tengan en cuenta la legislación vigente estatal y los estándares internacionales más exigentes, de tal modo que las personas penadas enfermas muy graves con padecimientos incurables puedan ser clasificadas en tercer grado y ser excarceladas por razones humanitarias y de dignidad personal’. Exigimos a los gobiernos español y francés el acercamiento de la totalidad de las personas presas a cárceles vascas/navarra evitando un cumplimiento de penas privativas de libertad lejos de los lugares de arraigo social y familiar, facilitando la relación con sus familiares. Y demandamos la evolución de primer a segundo grado sobre bases que respondan verdaderamente a las circunstancias de cada persona presa y su situación penitenciaria, tal y como determina la legislación’».

Foro: «Paso importante»

Desde el Foro Social Permanente, en la misma comparecencia Teresa Toda habló de «paso cualitativo importante por la convivencia democrática». Recordó que ya el 9 de abril de 2017, un día después del desarme de ETA, «numerosos agentes empezamos a trabajar en generar espacios de diálogo entre los gobiernos, los partidos políticos, los sindicatos y la sociedad civil, que generasen a su vez una serie de acuerdos mínimos» en materia de «reintegración de personas presas».

«Trabajábamos en el horizonte de que, tras la disolución de ETA, se podría avanzar en esta cuestión», indicó Teresa Toda. Y así va ocurriendo, constató: «Ese largo trabajo ha ido recogiendo sus frutos en acuerdos institucionales en los parlamentos vasco y de Navarra y en Juntas Generales, en temas como transferencias de competencias en materia de prisiones, presos enfermos y acercamiento».

«No ha sido un camino fácil –abundó la representante del Foro Social Permanente–, pero la perseverancia ha permitido que exista ahora un extenso consenso consolidado en nuestro país en torno a lo que hemos definido como ‘agenda urgente de resolución’ y que contempla cinco puntos: personas enfermas y mayores de 70 años, acercamiento, evolución de primer a segundo grado, acumulación de penas cumplidas en Francia y transferencias».