Asalto
La otra noche, en “El Hormiguero”, estaba Pablo Motos babeando con Rosalía, sí ese fenómeno mediático que con quince años apareció en “Tú sí que vales” y no llegó a la final, el jurado le dijo que desafinaba, alguno le predijo que tenía personalidad. Es la historia de la tele convertida en biografía. Por esos programas de descubrimiento de talentos han pasado muchas esperanzas, fracasos, páginas de currículums rotas. En algunos casos son incidentes, en otros, sirve de plataforma de despegue, y en la inmensa mayoría unos minutos de fama local y unas expectativas que pueden acabar en fuerte depresión.
Pues decía que estaban con Rosalía que se mostró muy inteligente, capaz de contestar las cosas normales y las tonterías con la misma cintura y simpatía, y en el momento que entraba el colaborador que hace experimentos químicos en el plató lo cruzaron en patinete, David Broncano y Dani Martín. En chándal, porque aseguraron iban al gimnasio. El motivo es que el cantante del Loco tiene tarjeta platino, es decir que han estado muchas veces y pueden acudir cuando les dé la gana. Y se les ocurrió hacerlo esa tarde, sin saber quién estaba de invitada.
Hubo momentos de desconcierto, algunos del equipo no estaban avisados, porque queda claro que no se entra en un plató con patinete sin consentimiento, y Rosalía fue la que reaccionó de una manera más sencilla y orgánica. Los dos asaltantes intentaban retirarse, ocultarse, no robar plano, pero completaron los minutos pactados. Se ha escrito sobre el asunto y me sorprende que se utilicen tantos adjetivos descalificadores por una acción que dota a este espacio de más proximidad, como si todo fuera improvisado y no con un guión estricto. Los dos supuestos intrusos le dieron un toque y la invitada supo reaccionar de manera positiva. Objetivo cumplido.