Fede de los Ríos
JO PUNTUA

Navidad jubilosa

Hoy 23 es San Dagoberto II, de la dinastía Merovingia iniciada con la descendencia del Jesús que nacerá mañana y María de Magdala, más conocida como la Magdalena. Se ve que hubo tema entre el Mesías y la de moral distraída.

Hace sesenta y siete años, moría un poeta con medio siglo de edad que respondía al nombre de Enrique Santos Discépolo. Había nacido con el siglo y ese «Siglo veinte cambalache, problemático y febril» acabó por infartarle el corazón. Discepolín presentó el XX como el paroxismo de la iniquidad, de «la maldad insolente»; la lucidez de las letras en la composición de sus tangos resulta difícil de igualar. La descripción de una realidad donde en todos los ámbitos sociales la impostura de pocos atropella la razón de los más. El argentino conoció el crack del 29; supo de la oleada de suicidios por el aumento del paro y la pérdida del un salario con el que poder; los desahucios de las granjas y viviendas a los agricultores. Conoció la falsedad de la leyenda de industriales y banqueros lanzándose al vacío para poner fin a sus arruinadas vidas (sólo fueron cuatro los casos registrados; el deseo popular de justicia hizo lo demás).

Hoy, en pleno siglo XXI, por la crisis se suicidan los mismos. Recuerdo de mi abuela materna: «Tiene más el rico cuando empobrece que el pobre cuando enriquece».

Ahora, a diferencia del 29, todo el dinero de los impuestos, que debiera dirigirse a paliar la situación de los que sufren la crisis, es entregado a quienes la produjeron.

Cuenta una leyenda que, hace 2018 años, una joven acompañada de un meditativo varón dio a luz un niño en el amparo de un portal, allá en Belén y que un buey y una mula les protegieron del frío de la calle. Hoy, la existencia de porteros automáticos, los forzaría al raso y a la búsqueda de cartones con los que paliar la crudeza de una Noche para otros Buena.

Vaya una mierda de mundo y de Creador, que resulta que «es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador».

¿Espíritu navideño, decís? Anda y que os den.