Raimundo Fitero
DE REOJO

Los detalles

La diferencia está en los detalles, en esas pequeñas cosas que convierten un hecho en un acontecimiento, un decreto en una extorsión, una venta en un acto delictivo. Y cuando todo se llena de voces engoladas, conviene intentar escuchar los susurros. Ganó Operación Triunfo, un muchacho de origen africano que se hace llamar artísticamente Famous. La noticia fue convertida en un suspiro, en un silencio valorativo, en un acto sorpresivo que puede interpretarse de miles de maneras.

Lo cierto es que, en las series de época, que es el género preferido por los productores y los programadores, no aparece nadie que no sea blanco y con acento castizo. En las series de producción española que proponen situaciones de nuestros días es difícil encontrar personajes relevantes de otras etnias u orígenes y si aparecen son en papeles de malos. O de servicio. ¿Cuántos presentadores y presentadoras de noticiarios han visto a lo largo de su vida de otras procedencias? Esta realidad es una de esas cosas que van consolidando una idea de un racismo de baja intensidad. No se excluye a nadie, pero no se incluye, que es a todos los efectos, exactamente igual.

Sucede en las ficciones, en los servicios informativos, y debe ser el reflejo de la formación de los partidos políticos, los candidatos, los gobiernos y todo el entramado de poder que no parece responder en términos estadísticos a la cantidad de ciudadanía con derechos plenos que son de otro color de piel, otras lenguas, otras religiones, otras culturas. Hemos visto un vídeo de una señora española y mucho española, que le amenazaba a un dependiente de una tienda que no era español, y mucho español, por mucho que tuviera hasta el DNI español. Su conclusión taxativa era que un español es quien tiene padre y madre españoles. ¿A quién votará esa racista?