Orain Errepublikak, Ara Repúbliques, Agora Repúblicas. EH Bildu, ERC y BNG presentaron ayer en Santiago, con ese nombre, la candidatura con la que las tres formaciones acudirán conjuntamente a las elecciones europeas del 26 de mayo. Una lista que estará encabezada por el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, actualmente en la cárcel y a punto de ser juzgado en el Tribunal Supremo por el referéndum del 1 de octubre del 2017. Su ausencia obligada dio paso a los tres principales candidatos que formarán la lista: Josu Juaristi, por parte de EH Bildu, Diana Riba, por parte de ERC, y Ana Miranda, en representación del BNG.

La presentación de ayer, sin embargo, corrió a cargo del escritor Suso de Toro, gallego afincado en Catalunya y recién afiliado al Bloque. «Esta candidatura representa la alegría de la rebeldía frente al autoritarismo», reivindicó, antes de subrayar que la candidatura Repúblicas Ahora presentada ayer no solo defenderá los intereses de vascos, catalanes y gallegos, sino también los de «cualquier demócrata que quiera defenderse de este reino».

Le siguió, también en el papel de anfitriona, la líder del BNG, Ana Pontón, que reivindicó la candidatura tripartita como «la Galeusca del siglo XXI que sigue el hilo que hace 100 años empezó Castelao». Una iniciativa que defendió frente a la «involución democrática» de un «españolismo que se niega a aceptar una realidad viva: que las naciones sin Estado existen y que no hay libertad sin el derecho de los pueblos a decidir su futuro».

Momento crucial

Juaristi fue el primero de los candidatos en hablar y lo hizo subrayando la importancia del momento que atraviesan tanto el Estado español como Europa. «Lo que hagamos ahora determinará el futuro de nuestras naciones y el modelo de sociedad del que nos dotamos», advirtió el que ha sido eurodiputado durante la mayor parte de la última legislatura. Juaristi añadió que la alianza tripartita, a la que ya se han sumado ya apoyos canarios, asturianos y aragoneses, es la mejor manera para lograr «que los derechos de los pueblos estén en la agenda europea», así como para «crear nuevas complicidades y sumar alianzas».

Para ello será importante ver cuántos eurodiputados logra la coalición en las elecciones de mayo, en la que todo el Estado español funciona como una única circunscripción. Hace cinco años, una ERC entonces en fuerte auge decidió acudir en solitario y consiguió dos asientos en Bruselas y Estrasburgo, mientras que EH Bildu y el BNG lograron uno entre los dos. En esta ocasión, debido a los movimientos generados por un Brexit que habrá que ver en qué queda, al Estado español le tocan cinco eurodiputados más, por lo que el escaño queda a priori más barato. Sin embargo, el hecho de que coincida con comicios municipales y, en casos como el navarro, con autonómicos, provocará que la participación pueda crecer notablemente, lo que introduce una variable difícil de anticipar. En cualquier caso, repetir los tres eurodiputados de la pasada legislatura es lo mínimo a lo que aspira la candidatura unitaria, que podría llegar a incrementar su actual representación en la Cámara europea.

En vísperas del juicio al 1-O

En el Estado español, las elecciones llegarán marcadas irremediablemente por el juicio contra el independentismo catalán. A él se refirió ayer la candidata de ERC Diana Riba, que no solo tiene al líder de su partido en la cárcel, sino también a su pareja, el exconseller Raül Romeva. En el hotel Palacio del Carmen de la ciudad gallega, Riba denunció que «están en prisión por hacer política» y recordó que «hacer un referéndum no es delito, manifestarse no es hacer una rebelión y protestar no es organizar un tumulto».

«Estamos en un momento en el que tenemos dos alternativas sobre la mesa para Europa: populismo autoritario o izquierda transformadora», añadió Riba, que también reivindicó la alianza europea como la mejor opción «para defender la libertad y la democracia ante la regresión no democrática de los poderes del Estado».

Cerró el acto de presentación la candidata del BNG, Ana Miranda, que jugaba en casa y dedicó buena parte de su discurso –el más largo de la jornada– a temas gallegos, asegurando que «si el Bloque está en Europa, Galiza está en Europa». Reivindicó, en cualquier caso, una candidatura «internacionalista» que se alce «contra el fascismo y en la defensa sin fisuras de las libertades», antes de acabar reivindicando «una Europa solidaria y humana» frente a la actual «Europa fortaleza».

 

PNV y PDeCat, a la espera de Puigdemont para definir la fórmula para las elecciones europeas

El pasado 14 de enero, el presidente del PDeCat, David Bonvehí, sorprendió anunciando el visto bueno de su partido a la alianza con el PNV en las elecciones europeas del 26 de mayo. No parece, sin embargo, que todo esté tan cerrado en la parte catalana del acuerdo, pues el president Carles Puigdemont, que mantiene el liderazgo –cada día más cuestionado– del antiguo espacio convergente, todavía no ha dicho esta boca es mía sobre el tema. En el PNV reina mientras tanto el sigilo, a la espera de que el líder exiliado en Bruselas aclare los términos en los que quiere acudir a las europeas. Es más, según publicó “La Vanguardia” el pasado miércoles, Coalición Canaria habría incluido una cláusula en el acuerdo que ya tiene cerrado con los jeltzales para las elecciones: si Puigdemont y el ala más independentista de su entorno se suman a la candidatura, ellos se bajan del tren.

En los últimos días el president ha tratado de poner encima de la mesa, de nuevo, la posibilidad de presentarse en una candidatura unitaria de todo el independentismo, si bien nadie augura ya ningún éxito a la empresa. Así las cosas, se espera que hoy, durante el congreso constituyente de la Crida Nacional –el último movimiento puesto en marcha por el entorno de Puigdemont–, se aclare en qué formato decide finalmente la antigua Convergència acudir a las urnas continentales. Asimismo, deberán aclarar también, más pronto que tarde, si se confirma la candidatura del preso político Jordi Turull.B. Z.