Yagoubi es el presidente del comité de empresa de Huerta de Peralta en representación de LAB. Durante la huelga de 28 días que han llevado a cabo se ha convertido en una cara conocida en Nafarroa, pero sigue destacando que lo importante es la unidad de los compañeros. Han conseguido los objetivos que se marcaron al inicio de la protesta: readmisión de los despedidos y condiciones de trabajo dignas, además de cobrar gran parte de la deuda que la empresa tenía con ellos.

¿Cómo se encuentran tras el acuerdo alcanzado como consecuencia de la huelga?

Estamos muy bien, mucho mejor. Nuestra situación ha mejorado mucho.

¿Quién es Houssein Yagoubi? ¿Cómo llegó a Nafarroa?

Me llamo Houssein Yagoubi. Llegué de Marruecos por la reagrupación con mis padres. Llegué a Murcia. Allí estudié durante varios años y saqué un título de carpintería. Estuve trabajando seis años como carpintero. La situación con la patronal era buena y se pagaba bien. Pero después de la crisis que hemos tenido la situación empeoró para quienes trabajábamos en la construcción. Me tuvieron que despedir. A partir de ese momento me tuve que buscar la vida como sea. Llegué a Navarra, donde unos familiares trabajaban en Huerta de Peralta desde hace años. Conseguí trabajo. Nunca había trabajado en la agricultura. Me encontré con una miseria de condiciones. Era una situación que no se podía aceptar. Suponía un desgaste de nuestras fuerzas y tuvimos que organizarnos con los compañeros. Había gente que llevaba muchos años y estaban trabajando en muy malas condiciones. El cambio ha sido gracias a la huelga que hemos hecho. Han sido 28 días, que han sido duros, pero hemos tenido momentos muy emotivos. Teníamos claro que teníamos que seguir con la huelga hasta conseguir nuestros objetivos. Hemos conseguido las readmisiones y mejorar las condiciones laborales. La patronal tiene que cumplir lo firmado. Si no, sabe que la lucha será el único camino.

Nos conocimos a las puertas de la empresa el pasado 26 de diciembre. Estaban tomando parte en un piquete. Hacía frío, había niebla, y estaban frente a la Policía Foral. Me dijo una frase que creo que define muy bien esta huelga: «No le tememos al trabajo duro, pero reclamamos dignidad».

Sí. Desde el principio buscábamos la dignidad. Eso es lo importante. Hemos hecho frente al frío durante la huelga. Pero eso no nos duele. Lo que nos duele es la situación que teníamos dentro de la empresa. Sabíamos que salir a la huelga iba a tener un coste. Hay días que no cobras, no puedes hacer frente a los pagos. Pero lo que nos dolía dentro era peor que lo que nos dolía fuera.

Un elemento que llamó la atención de esta huelga fue la represión que sufrieron por parte de la Policía Foral. Usted mismo tuvo que ser hospitalizado tras un carga.

Las cargas que hemos tenido han sido duras. Nos han golpeado varias veces, especialmente los primeros días. La Policía Foral nos ha dado fuerte. Pero insistimos en que eso no nos iba a parar. Si conseguíamos el objetivo no nos importaban los golpes. En este momento, perdonaría todo lo que ha pasado.

La huelga que protagonizaron se convirtió en referente en Nafarroa y han recibido un importante apoyo social, con manifestaciones importantes en Iruñea y Azkoien.

Es algo que nos ha permitido poder llevar la huelga hasta el final. Los apoyos que hemos tenido han sido fundamentales para nosotros. No solo en Navarra, sino en otras comunidades y en otros países. El apoyo nos ayudó mucho.

Esta huelga ha sacado a la luz que un sector económico importante en Nafarroa, como el campo, se sustenta actualmente en la explotación de los trabajadores.

Esta situación no se puede prolongar. Otros empresarios del campo tienen que saber que tienen que cambiar las cosas, que no pueden seguir igual. Si no, vendrá la lucha. No solo en nuestra empresa, si no en las demás. Hicimos huelga porque teníamos malas condiciones y eso nos obligó.

Durante esta huelga han mostrado también un grado importante de unidad entre los trabajadores.

La unidad es muy importante. Los trabajadores teníamos una situación muy mala. Cuando le planteábamos a cualquier trabajador que había que hacer algo para solucionar la situación, todo el mundo estaba dispuesto. De 200 trabajadores, 200 estaban de acuerdo. La unidad se ha creado por el mal ambiente generado por la patronal. Ha sido muy interesante. Han sido ellos quienes nos han obligado a unirnos. Sin unidad entre los trabajadores, no lo hubiéramos logrado.

También ha sido importante la determinación para luchar por sus derechos.

Ha sido una huelga de 28 días, lo que supone una lucha muy dura. Sabes que hay unidad antes de empezar la huelga. Cuando empiezas, sabes que la lucha es digna y que es para solucionar los problemas. La gente que estaba en la huelga quería unidad, pero también lucha. Y la lucha existirá hoy, mañana y pasado si no se respetan los derechos.

¿Cómo valoran la participación de LAB en el mundo agrario y en Erribera?

LAB ha hecho un trabajo muy importante. Ha sido un esfuerzo destacado. Llevábamos un año y medio de negociación. Pero la patronal nos ponía trabas. LAB optó por organizarse y buscar otros caminos. La huelga ha sido posible porque hemos colaborado entre LAB y nosotros. Era la única vía que nos habían dejado. LAB ha hecho un esfuerzo para que pudiéramos sacar adelante la huelga. Hemos conseguido el objetivo de una manera digna. LAB ha hecho lo imposible para lograrlo.

Han vuelto al trabajo. El reto ahora es que la empresa cumpla lo firmado. ¿Cómo está el ambiente?

Después de firmar el acuerdo, varios trabajadores se han incorporado ya a las huertas. Las noticias que tenemos es que han sido bien recibidos por parte de la patronal y también por parte de los trabajadores que han estado trabajando durante la huelga. Es muy importante. Tenemos que tener claro que la empresa tiene que cumplir lo que ha firmado. Hoy y mañana. No puede ser que entremos a trabajar bien y mañana nos cambien la situación. Tienen que cumplir lo firmado todos y cada uno de los días. Los trabajadores están muy contentos por el acuerdo. Creo que la empresa también. Hemos hecho un esfuerzo para sacar ese acuerdo entre la empresa y los trabajadores, y es obligatorio que se cumpla. Es lo que tienen que hacer tanto los trabajadores como la patronal. Hemos conseguido tener un trabajo digno y vamos a tener una vida digna.

Estamos hablando de algo tan básico como que la empresa cumpla con el convenio colectivo del sector.

Es que es lo lógico. Es obligatorio cumplir con el convenio. Es muy importante. De este modo vamos a trabajar, que es lo que queremos hacer. Hemos venido a trabajar, no a chantajear ni a bailar. El empresario tiene que saber que si nosotros venimos a trabajar, él tiene que cumplir. Tiene que pagarnos lo que nos corresponde. En contraprestación, el trabajador tiene que hacer un esfuerzo para que la empresa vaya hacia adelante. Tenemos claro que vamos a intentar trabajar lo mejor posible para que la empresa Huerta de Peralta sea una empresa de futuro para todos.

En esta huelga se ha hecho famosa la canción de «Hokoke». Ha sido muy llamativo ver a miles de personas en Iruñea cantando esta canción en árabe con un papel en las manos.

Para nosotros “Hokoke” es una canción muy importante. En Marruecos representa la lucha de los trabajadores. Es una proclamación de que se está luchando por los derechos y que estos son como la sangre que corre por las venas, algo que se no se puede abandonar. La verdad es que la canción nos ha ayudado mucho, ha sido muy importante. Hemos tenido muy buen ambiente. La gente que empezó a cantarla se emocionó y quería que se tradujera para que todo el mundo supiera qué estaba cantando. Una vez que se tradujo, a la gente le gustó mucho. No pensábamos que la canción se hiciera tan famosa. Ha tenido una muy buena acogida entre la gente, que nos dice que es buenísima. Ha sido todo un éxito. Realmente, se ha convertido casi en un himno para los trabajadores de Navarra y también fuera. En Marruecos hay mucha gente que se está descargando lo que hemos cantado en Navarra estos días. Ha llegado a todos lados. La letra de la canción dice lo siguiente: «Hokoke... hokoke... damun fi oroke/lan hansaha lau adamuni», que significa «Mis derechos son sangre en mis venas/ no los olvidaré aunque me maten».