Jon ORMAZABAL
Pelota

Xabier Ibargarai sabía que esta era su oportunidad

El de Erratzu remontó un 2-1 en contra ante Gaubeka en una gran final y logró su primera txapela.

GAUBEKA 2

IBARGARAI 3


Lo había avisado en la previa, que por mucho que siempre se habla de eso de que la tercera es la vencida, él es un hombre de números pares. Y el cuarto asalto fue el bueno para el zaguero de Erratzu, que se impuso en una de las mejores finales individuales de los últimos tiempos, un partido duro y peleado, decidido en pequeños detalles y que además se vio acompañado por un buen ambiente, unas 600 personas en las gradas del Bizkaia de Bilbo.

También el subcampeón, Esteban Gaubeka, dio lustre a la noche en la que el zaguero navarro vio consumado su sueño, el de la txapela más preciada, esa que había tenido tan cerca tantas veces pero que siempre se le había terminado por escapar. Por instantes, ayer también dio la sensación que la lana se le escaparía, de hecho, el Gallo de Armintza la tuvo a un solo tanto en el 9-8 del tercer joko, pero Xabier Ibargarai sabía que esta debía ser su oportunidad y no estaba por la labor de dejarla escapar. Soltó un ajustadísimo resto que le devolvió el saque y precisamente con el pelotazo inicial forzó el desempate.

Con el espaldarazo moral, el de Erratzu se adelantó 5-0 en el set definitivo y, por mucho que Gaubeka opuso resistencia, Ibargarai supo gestionar esa renta para calarse la txapela.

Premio a la insistencia

Con este título, el zaguero navarro vio premiada su insistencia y, de paso, se sacó la espina del año pasado, en la que se vio obligado a renunciar a las semifinales por un tirón en su espalda. El dorso ha sido el mayor rival del de Erratzu hasta que el año pasado encontró la solución a su calvario en un médico de Barcelona. Allí puso fin a diez años de molestias, recuperó posturas vedadas desde aficionados y ayer le llegó el premio.