Ausentes
En el mundo entero las mujeres han decidido ponerse al frente de todas las vanguardias. Algunas siguen pensando en la sección femenina franquista, pero con las uñas pintadas de colores y extensiones. No perdamos el tiempo; las concentraciones, las manifestaciones, la movilización han sido un éxito. Total. Absoluto. En todos los sentidos. Y las televisiones locales, autonómicas, estatales, mundiales han sabido estar a la altura. En muchos canales todo presentado por hombres pues las mujeres estaban de huelga. En otros se mezclan. Pero con información al instante, en directo, logrando transmitir la buena nueva.
Entre todas las imágenes que deben quedar instauradas en la memoria para saber que hoy debemos seguir en la misma senda, en la misma lucha, con las mujeres en el lugar que les corresponda, me pareció un símbolo muy importante que se hiciera en cada manifestación un espacio acotado, pero vacío. Para las asesinadas, las migrantes las que están en la cárcel. Para las ausentes, las forzadas por, las circunstancias, las retenidas por sus parejas o las que la discriminación laboral les impide la libertad de ir a la huelga. Esas ausentes representan un grito seco, un objetivo inmediato. Pero siempre existe oportunismos, imbecilidad, falta de respeto, y pasó, claro en esa infamia cotidiana de “Sálvame” en Telecinco, intentando que una colaboradora se metiera, porque sí, en la cabecera de la manifestación, mientras el servicio de orden le pedía se retirara, como los otros medios. En plató diciéndole, que adelante, hazlo. E inmediatamente después entrevistar a una mujer recién salida de GH Dúo, mostrando las miserias más grandes del abuso de la mujer como objeto comercial, vendiendo su vida amorosa. Una contradicción que rozaba la indecencia. No entienden nada en ese programa. Son un peligro social.