Joseba ITURRIA
CICLISMO AMATEUR

Gorka Beloki relanza el Vigo Rías Baixas

En su vuelta al campo amateur como manager del equipo gallego consiguió que tres corredores suyos acabaran entre los once primeros en la Aiztondo Klasika.

La mano de Gorka Beloki (Beasain, 1978) se empieza a notar en su debut como manager del Vigo-Rías Baixas, que colocó a tres corredores entre los once primeros el domingo en la Aiztondo Klasika y acabó segundo por equipos a solo diez segundos del Lizarte y con más de dos minutos al Kometa-Fundación Contador y cuatro al Caja Rural.

Tras poner fin a su proyecto de equipo alavés amateur con el Infisport (2014-16), en 2017 estuvo en la Fundación Contador y se tomó un año sabático en 2018 a pesar del interés del Vigo Rías Baixas: «Llevaban un año detrás mío para darme la oportunidad de volver, pero estaba un poco saturado tras cuatro años de lucha para sacar algo en lo que creía y no fui capaz. Necesitaba saber dónde estaba, un año de tranquilidad y ver si el gusanillo existía. Al estar un tiempo fuera del ciclismo sabes que necesitas volver. El año pasado no estaba por la labor, no tenía ilusión, pero ahora me veo con ganas de aportar a los chavales, con el gusanillo y vuelvo porque tengo la pasión necesaria. Una vez que se marchó Marcos Serrano buscaban un perfil similar. Tras haber sido ciclista profesional, me seguían de mi trayectoria en el Infisport. Por eso estamos aquí con un equipo superbonito y lo estamos haciendo bien».

Pelear contra equipos filiales

Asume que competir con Lizarte y Caja Rural como lo hicieron el domingo en Aiztondo «es complicado porque son equipos filiales, arrastran a los mejores juveniles porque tienen el paso al profesionalismo más asegurado, pero hay que demostrar el buen hacer, que el chaval se sienta cuidado y los resultados sean buenos y que podamos competir con esa gente».

Gorka Beloki destaca «la formación de corredores, hacer lo que en nuestros años como corredores han hecho por nosotros. Estos chicos se merecen trabajar con ellos y ver que pasan arriba de tu mano es supergratificante. El mayor objetivo es tener al final del año el mayor número de ciclistas en la órbita del profesionalismo. Eso quiere decir que las cosas se han hecho bien. Es una satisfacción trabajar con jóvenes e intentar hacer lo mejor en cada prueba, que tienen que ser como Mundiales, y que luchen por un sueño».

Entiende que en su labor le ayuda «haber sido ciclista, sentir qué es el entrenamiento diario, las frustraciones, los momentos buenos o malos, que hayas dado pedales y sientas el dolor de piernas ayuda a entenderles cuando hablas con ellos».

Además de dirigir corredores, como manager ha fichado a los costarricenses Sebastián Moya, ganador en diciembre de una etapa en la Vuelta a Costa Rica y undécimo el domingo en Aiztondo, y Sergio Arias, que ganó la montaña en la vuelta de su país. También repescó al argentino Julián Barrientos, segundo el sábado en Zamora y que corrió con Baqué (2013-15) y a las órdenes de Beloki en el Infisport (2016) antes de pasar como continental en el fracasado Bolivia (2017) y el San Juan (2018).

Los tres viven en Gasteiz y él se encarga de ellos. Sobre los dos costarricenses, que corrieron el domingo en Aiztondo, explica que «en Infisport tuve un costarricense, Elías Vega, hermano de José, que corrió en Lizarte, y hablé con él cuando vi el equipo que teníamos y las carencias. Necesitábamos gente extranjera, que viene con más garra y es importante enseñar eso. Me habló de estos dos corredores que han destacado en la Vuelta a Costa Rica siendo sub´23 y ellos tenían ganas de venir porque es una oportunidad de dar el todo por el todo en los tres meses que van a estar por los visados para ver si algún equipo se fija en ellos con nuestra ayuda».

También Gorka Beloki se plantea con su trabajo en el Vigo-Rías Baixas ganarse una plaza en el ciclismo profesional con su experiencia: «Tener un proyecto propio es superilusionante, lo moldeas como crees, pero es muy complejo el campo aficionado para venderlo y sacar sponsors. Mi objetivo es hacerlo bien aquí, que estos chavales sean ciclistas y, cuando yo lo demuestre, sueño con estar en un equipo profesional. Te dan envidia equipos como la Fundación Euskadi o el Murias, que hacen muy buen trabajo y que yo esté en un equipo gallego es la pena que tengo. ¿Por qué no tener esa opción? Pero lo que me queda es trabajar aquí y demostrar que puedes estar en otro equipo».