Un día después del último encuentro fallido entre ELA, Steilas, CCOO, LAB y UGT y Kristau Eskola, principal patronal de los centros de enseñanza de iniciativa social, Lakua abogó por «apurar todas las posibilidades» que permitan una solución.

En su comparecencia semanal tras el Consejo de Gobierno, el portavoz, Josu Erkoreka, instó a sindicatos y patronal a «aparcar posiciones maximalistas» al considerar que «no se puede admitir que un conflicto laboral tenga una afección tan grave y duradera para el alumnado y para sus familias».

Señaló que la propuesta de mediación realizada sigue vigente y se mostró sorprendido por el hecho de que las partes «se empecinen en no solicitar» un sistema que ha aportado «excelentes resultados» en otros conflictos laborales.

Durante su comparecencia pidió a sindicatos y patronal «un esfuerzo adicional», de forma que «todo el mundo» modifique sus posiciones para tratar de lograr un acercamiento.

No observan, sin embargo, las cinco centrales referenciales cambios significativos en la propuesta definitiva presentada por la patronal para atender a las demandas de la plantilla de un sector que no ve renovado su convenio desde hace una década. De hecho, en un lectura más sosegada constatan que la única modificación respecto al plan puesto encima de la mesa antes de las huelgas de la próxima semana ha sido en el plano salarial. Pese a quedar lejos «tanto de la recuperación del poder adquisitivo perdido durante estos años (IPC + 9,8%) como de la plataforma conjunta (IPC + 6%), ya que supone un escaso IPC + 0,74% en el mejor de los casos, e incluso un IPC -0,5 en ESO2 y Bachillerato» y dejar fuera a algunos colectivos con condiciones salariales más precarias, «deja en evidencia que, en contra de lo manifestado durante todo el conflicto, tienen capacidad económica para acordar unos salarios que nos acerquen más a la recuperación del poder adquisitivo».

Citan como ejemplo que planteen para 2017 y 2018 el abono de una paga adicional no consolidable, así como las propuestas de «cuantías consolidables superiores» presentadas en conversaciones mantenidas

Capacidad de negociación

Consideran, en este contexto, que no es la imposibilidad económica la razón para que no se les presente una oferta salarial que permita avanzar en la recuperación del poder adquisitivo perdido. Se trata, a su juicio, de un «empecinamiento por obligarnos a avalar un planteamiento que arrebate a las trabajadoras y trabajadores la capacidad de negociación colectiva de sus condiciones salariales».

Acusan, por otra parte, al Departamento de Educación de no asumir «su responsablidad» en el conflicto y de continuar «sin implicarse ni tomar parte activa» para su resolución. Precisan que las reuniones mantenidas se celebraron «a petición e insistencia sindical y tras 18 días de huelga en el sector».

Subrayan que «han sido las decisiones que durante años han adoptado y aplicado el Gobierno Vasco y las patronales las que nos han abocado a esta situación, es decir, a una precarización de las condiciones en las que trabajamos».

ELAk ez du sinatu Nafarroako ikastolen ituna

Nafarroako Ikastolen Elkarteak eta LABek sinatutako akordioa «ez da funtsezko edukietan sartzen eta aurrerapauso nabarmenik gabe ez da ELAk sinatzeko modukoa», azaldu du sindikatuak.

Dioenez, akordio hori sinatzeak egungo lan baldintzetan hobekuntza nabariak lortzeko «aukerak zapuzten ditu, horretarako beharrezkoa litzatekeen langileen antolakuntza eta mobilizazio bidea jorratzeari uko egiten zaion heinean».

Plazaratutako prentsa oharrean adierazi duenez, negoziazioaren hasieran sindikatu bakoitzak bere plataforma aurkeztu zuen, eta malgutasunez aritu dira, baina bakoitzak «bere marra gorria» dauka. ELAk berea zehaztu du: mantendu egin behar ziren «bai ultraaktibitatea bai ez-aplikazioaren oztopoa».

Dioenez, sinatutako akordioan ez dago argi hori bermatuko denik eta «edukietan betorik gabeko negoziazio erreal baten alde langileak antolatzeko aukera bertan behera uztea suposatzen du baldintza hauetan akordioa sinatzeak». GARA