Ilya U. TOPPER-Dogan TILIC
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La mala marcha de la economía amenaza los grandes feudos electorales de Erdogan

Recep Tayyip Erdogan afronta mañana unas elecciones municipales –en plena crisis económica que ha provocado una importante alza de precios y un incremento del desempleo– en las que su partido podría sufrir un voto de castigo, sobre todo en Estambul y Ankara, donde será decisivo el voto kurdo, que el opositor CHP espera acaparar.

La economía, bien... hasta el domingo. Después, no el apocalipsis, pero sí un doloroso paquete de austeridad, inevitable pero postergado hasta después de las elecciones municipales de mañana por miedo a que los recortes resten votos al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan.

Es el análisis de economistas y empresarios turcos a las puertas de unos comicios que, si bien son locales, se plantean como un plebiscito a la gestión del AKP, que gobierna Turquía desde 2002, con Erdogan como presidente y jefe del Gobierno.

El resultado no es solo simbólico: si el AKP pierde Ankara o, sobre todo, Estambul, que concentra un 30% del PIB nacional, el Gobierno se puede ver en serias dificultades para aplicar esas medidas de austeridad.

Es cierto que, por el momento, la economía aguanta con incentivos públicos pese al descalabro de la moneda turca en 2018, cuando perdió el 30% de su valor. La crisis de la lira es el motivo de que el país entrara este mes en recesión por primera vez en una década.

Con todo, las exportaciones suben y la bajada de las importaciones ha reducido el déficit comercial. La inflación, que se disparó hasta el 25% en octubre, ha bajado hasta el 19% en febrero. Motivo para que el Ejecutivo confíe en que puede capear la situación. Pero puede ser una calma antes de la tormenta.

El decisivo voto kurdo

En estas elecciones, el voto de los kurdos, que representan entre el 15% y el 20% de la población de Turquía, es un factor decisivo en la batalla entre el AKP y el kemalista CHP por las dos grandes plazas, Estambul y Ankara, que llevan 25 años regidas por el partido de Erdogan y sus predecesores. Ambas ciudades podrían cambiar de manos mañana si los votantes kurdos optaran en masa por el CHP, que confía en acaparar el voto izquierdista prokurdo HDP, que no presenta candidatos en estas dos urbes.