Natxo MATXIN
Champions League

Son, acomodado en su nueva casa

El delantero coreano puso por delante al Tottenham en el derbi inglés de cuartos y el Liverpool se deshizo con comodidad del Oporto.

TOTTENHAM 1

OPORTO 0


A Son le ha sentado a las mil maravillas el cambio de casa. El futbolista coreano pasará a la historia del Tottenham por ser el primer goleador del nuevo estadio londinense, cuya puesta de largo se celebró hace una semana, y ayer volvió a repetir acierto para adelantar a los Spurs en la eliminatoria inglesa de cuartos.

Un bálsamo para los de Mauricio Pochettino, que vieron cómo su buque insignia, Harry Kane, se lesionaba en el tobillo en el minuto 55, aunque todo apunta a que el pase se decidirá en el Etihad Stadium. Sin duda, los citizens se acordaron muy mucho del penalti que falló Agüero al cuarto de hora, una jugada que muy bien pudo variar el signo del encuentro.

Hasta los mejores arquitectos pueden dedicarse a destruir. Dos escuadras habituadas a fabricar fútbol se empeñaron, sobre todo en la primera mitad, en abortar las virtudes del rival más que potenciar las propias. Con una presión mutua asfixiante, los errores fueron continuos antes del descanso, en un envite en el que se esperaba que primase el espectáculo sobre el conservadurismo.

Varió la tendencia tras el paso por vestuarios, con más llegadas por ambas partes y la eficiencia de Son para que el Tottenham diese primero, pero habrá que esperar a la vuelta.

Muchas facilidades lusas

Ese hostigamiento desde posiciones avanzadas le dio bastantes más réditos a un Liverpool que se aprovechó de la candidez y facilidades que dio el Oporto en la salida de balón. Con poco más de veinte minutos cumplidos, los de Jurgen Kloop ya se habían adelantado por partida doble, dejando a las primeras de cambio la eliminatoria muy decantada de su lado.

Ello obligó a los dragones a arriesgar todavía más, con lo que se dio el caldo de cultivo ideal para que Salah y Firmino se moviesen como pez en el agua, ante la desesperación del futuro merengue Militao. La escuadra lusa, que echó mucho en falta a un futbolista de ida y vuelta como Herrera, siguió a pecho descubierto tras el receso, lo que propició que los anfitriones todavía dispusieran de más ocasiones para dejar ventilado el cruce de cuartos.

Conforme fueron transcurriendo los minutos, el Liverpool llevó el partido a su terreno, no sin algún lance con problemas. En cualquier caso, el Oporto dejó patente falta de calidad a estas alturas, aunque intentará la remontada ante su público.