El Olympique, vigente campeón del torneo que se ha adjudicado en cinco ocasiones, más que ningún otro, disputará su octava final de Champions. Lo hará tras deshacerse del Chelsea con más problemas de lo que cabía prever tras la superioridad que había exhibido frente al Wolfsburgo en cuartos de final.

Pero es que las blues realizaron muchas menos concesiones que el equipo alemán. Ya habían firmado un gran partido en la ida, cuando solo la soberbia actuación de Bouhaddi les condenó a la derrota (2-1) y repitieron ayer en Kingsmeadow, pese a que tampoco en su estadio pudieron ganar (1-1).

Pese a que el Olympique, al que posiblemente también pasó factura el partido de Liga que disputó en Dijon el miércoles, estuvo lejos de su mejor versión, logró adelantarse en el marcador. Lo hizo por medio de Le Sommer en el minuto 17. Un cuarto de hora después, Ji So-Yun restablecía el empate con una falta directa.

El Chelsea se lanzó a por la eliminatoria aún con más ganas, sometiendo a un Olympique que solo mediado el segundo tiempo logró reequilibrar el partido para igualar las llegadas a ambas áreas. El marcador no se movió y las galas estarán el 18 de mayo en Budapest.