Rescinden el contrato a Macho, la anestesista que reveló la filtración
Patxi Nicolau, del sindicato ESK, denunció que el Servicio Vasco de Salud comunicó ayer la rescisión de su contrato a la anestesista Marta Macho, una de las tres personas que alertó de la filtración de exámenes en la última OPE de Osakidetza. Atribuye esta decisión a la «represión».
Osakidetza rescindirá mañana el contrato de Marta Macho, una de las personas que alertó de la filtración de exámenes en la última OPE del Servicio Vasco de Salud y que este martes ratificó su denuncia ante la jueza que investiga las supuestas irregularidades. «Tras las declaraciones que realizó en el Juzgado y ante los medios de comunicación, le han comunicado que su contrato se rescinde a 31 de este mes», manifestó Patxi Nicolau, de ESK, que ayer informó de la decisión de Osakidetza a los periodistas congregados en la entrada del Palacio de Justicia de Gasteiz.
Allí explicó que Macho trabaja como anestesista en el Hospital Alto Deba, con un contrato de sustitución de una persona que había solicitado una reducción de jornada. «Lo que le dicen es que esta persona va a coger una excedencia y que, por lo tanto, su contrato se finiquita. Y según la normativa de contratación de Osakidetza esto no puede ser así», aseveró antes de apuntar que la anestesista debería continuar en el puesto de trabajo «por el hecho de dar estabilidad a la contratación».
Asimismo, emplazó a los responsables del hospital, situado en Arrasate, y a la Dirección de Recursos Humanos de Osakidetza a dar una explicación. «La Dirección de RRHH dirá que es una casualidad, yo lo que digo es que es consecuencia de la represión», añadió Nicolau, que acompañó a testificar a Roberto Sánchez y Manoel Martínez, los otros dos facultativos que sacaron a la luz la filtración de exámenes en las pruebas de algunas especialidades médicas.
Plazas elegidas «de antemano»
Al igual que hizo Macho, los dos ratificaron lo que declararon ante la Fiscalía. «Hemos dicho lo que sabemos: que en las oposiciones de Osakidetza los exámenes no son más que una teatralización y que las plazas están decididas de antemano», señaló Sánchez. En la misma línea se pronunció Martínez, que insistió en que «todo el mundo conoce en Osakidetza que las plazas de algunas especialidades médicas están adjudicadas de antemano. Es vox populi y lleva ocurriendo toda la vida».
Una idea compartida por Ángel Antonio de Loma, miembro del tribunal evaluador de Cardiología, quien destacó que estas prácticas corruptas están «naturalizadas» desde hace años. Según indicaron fuentes cercanas al caso, añadió que la filtración de exámenes también podría afectar a otros categorías, algo que deja abierta la puerta a ampliar la investigación, por la que de momento han sido imputados tres jefes de servicio, responsables de las pruebas de Anestesia, Angiología y Digestivo. Se les acusa de «infidelidad en la custodia de documentos» y de «relevación de secreto por funcionario público».
En este sentido, eldiarionorte.es publicó ayer que un nuevo testigo ha aportado pruebas de la filtración de un examen en la categoría de Urología. Al parecer, ha revelado que se produjo una reunión entre el doctor Javier Extramiana, jefe de servicio de Urología en el Hospital Universitario de Araba (HUA), integrante del tribunal calificador y autor de parte del examen, con opositores de su mismo centro. Según el citado medio, días después estas personas lograrían notas cercanas a la perfección y una plaza fija en Osakidetza.
El Servicio Vasco de Salud abrió un expediente al ver la coincidencia del número de plazas y el número de exámenes prácticos que habían obtenido la máxima puntuación. En el expediente se revela que una persona a la que no se identifica convocó una nueva reunión del tribunal al observar que existía «mucha disparidad en las notas», publicadas en junio de 2018, mes en el que saltó la polémica. Nueve opositores vieron cambiada su nota en la parte práctica, cuatro a la baja y cinco al alza.
El sindicato LAB reconoció ayer que sabía de la existencia de esa reunión, pero antes de acudir a la Justicia estaba tratando de recopilar datos concretos, algo que al parecer ha puesto ya en conocimiento de la jueza una persona «honrada».
Sin imágenes de Múgica, la ex directora general de Osakidetza
Todos los medios de comunicación estaban pendientes ayer de la llegada de la ex directora general de Osakidetza María Jesús Múgica al Palacio de Justicia de Gasteiz, donde debía comparecer como testigo ante la jueza que investiga las irregularidades denunciadas en la última OPE del Servicio Vasco de Salud. Estaba citada a las 10.45, pero a las 11.00 no había pasado por la puerta principal del edificio.
Los periodistas congregados en el exterior se preguntaban dónde estaba Múgica, que dimitió a consecuencia de la polémica OPE. Pasaban los minutos y comenzó a tomar fuerza la idea que de que hubiera accedido a los juzgados por alguna entrada secundaria o por el aparcamiento, algo que se confirmó minutos después, cuando se pudo ver a la ex directora general de Osakidetza sentada en la tercera planta, esperando a ser citada para comparecer ante la jueza Yolanda Varona.
Su turno llegó a las 13.00. Accedió a la sala y los periodistas permanecieron fuera, a la espera de poder realizar alguna pregunta a la mujer que ha dirigido el Servicio Vasco de Salud, que permaneció dentro de la sala más de una hora. Pasaron los minutos, y mientras el acompañante de Múgica recibía cada cierto tiempo la visita de una funcionaria, otros funcionarios vestidos de uniforme y armados procedieron a identificar a los trabajadores de los medios de comunicación, a los que recordaron que no se pueden tomar imagenes dentro del Palacio de Justicia.
Pasadas las 14.00 finalizó la declaración de Múgica, que no quiso responder preguntas. «Hay que dejar a la Justicia que haga su trabajo», señaló antes de situarse frente a un ascensor que no utilizó. Como era de esperar no salió por la puerta principal del juzgado. Tuvo el mismo trato que un testigo protegido.Ion SALGADO