La Asamblea General de la ONU instituyó en 2015 el 21 de junio como Día Internacional del yoga, lo que sirvió para visibilizar e impulsar la práctica de esta disciplina oriental milenaria, que día a día suma más y más adeptos a lo largo y ancho del planeta –junto a estas líneas aparece un grupo de mujeres practicando yoga en las montañas de Zhangjiajie, en la provincia china de Hunan–. De origen sánscrito, la palabra yoga significa unión, esfuerzo; un nexo que aúna, no solo cuerpo y mente, sino que también pone de relieve la interdependencia entre el ser humano y la naturaleza.

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