Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
NUEVA PELÍCULA DE ALEJANDRO AMENÁBAR

«Mientras dure la guerra», el duelo entre Unamuno y Millán-Astray

Karra Elejalde interpreta el rol de Miguel de Unamuno en la nueva película dirigida por Alejandro Amenábar, «Mientras dure la guerra». El argumento, escrito por el propio Amenábar y Alejandro Hernández, tiene su base en el duelo dialéctico que mantuvieron Unamuno y Millán-Astray en el paraninfo de la universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936. El estreno de esta producción está previsto para el próximo 27 de setiembre.

La nueva película de Alejandro Amenábar, “Mientras dure la guerra”, supone para el director su primera experiencia en un filme de habla no inglesa tras su oscarizada “Mar adentro” en 2004. Según revelan las primeras notas de esta producción, la acción se desarrolla en Salamanca, durante el verano de 1936. En esta escenografía convulsa el escritor Miguel de Unamuno «decide apoyar públicamente la sublevación militar que promete traer orden a la situación del país. Inmediatamente es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca. Mientras, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una exitosa campaña con la secreta esperanza de hacerse con el mando único de la guerra. La deriva sangrienta del conflicto y el encarcelamiento de algunos de sus compañeros hacen que Unamuno empiece a cuestionar su postura inicial y a sopesar sus principios». El rodaje de “Mientras dure la guerra” comenzó el pasado 28 de mayo y se prolongó durante ocho semanas en localizaciones de Bizkaia, Madrid, Toledo, Chinchón y la propia Salamanca, y en su reparto nos encontramos a Karra Elejalde metiéndose en la piel del protagonista, a Eduard Fernández asumiendo el papel de Millán-Astray y a Santi Prego como Francisco Franco. En sus títulos de crédito también topamos con Nathalie Poza, Patricia López, Luis Zahera, Luis Bermejo y Luis Callejo. Según confesó el propio Amenábar, «este proyecto es muy especial para mí porque, además de ser el primero que rodaré en español en mucho tiempo, trata una historia real que, a pesar de retratar el pasado reciente de España, habla muy directamente sobre su presente».

 

Unamuno y Millán-Astray

Las primeras imágenes que han sido difundidas recrean la ocupación de Salamanca por parte del bando fascista. Ante los vítores de los soldados, que gritan «¡Viva la muerte!», se escucha la voz de Miguel de Unamuno, que reflexiona: «O sea, ¿muera la vida?». Dicha secuencia recrea el célebre altercado que mantuvo Millán-Astray con Miguel de Unamuno el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, al que asistieron diversos personajes adeptos al bando fascista y con motivo de la celebración de la llamada “Fiesta de la Raza”. En este telúrico escenario se reunieron además el obispo de Salamanca, Enrique Plá y Deniel, el gobernador civil y Carmen Polo de Franco. Según el relato que el historiador británico Hugh Thomas incluyó en su obra “La Guerra Civil Española” –y que fue descrito por Gabriel Portillo, profesor y amigo de Unamuno– la escena transcurrió de la siguiente manera: el profesor Francisco Maldonado tomó el relevo de José María Pemán, quien pronunció un feroz discurso en el que señaló directamente a Cataluña y Euskal Herria, calificándolas como «cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, que es el sanador de España, sabrá cómo exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos». Prendida la mecha, una voz asoma en el abarrotado paraninfo y abandera el famoso lema «¡Viva la muerte!». Un exultante Millán-Astray respondió a estas palabras con la soflama «¡España...»; que fue seguida por los presentes con el consabido «... una!». Unamuno, que presidía la mesa, dijo a los presentes: «Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso, por llamarlo de algún modo, del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao».

Nadie puede negar la gran fuerza que contiene esta escena tan suculenta para el medio cinematográfico. No obstante, han sido varios los expertos que han puesto en duda la épica del discurso esgrimida por Unamuno. Ejemplo de ello es el trabajo reciente publicado por el historiador Severiano Delgado, bibliotecario de la Facultad de Derecho (Universidad de Salamanca). Titulado “Arqueología de un mito, el acto del 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca”, consta de 34 páginas en las que el autor califica de «invención» las dos frases del enfrentamiento verbal entre el filósofo y el fundador de la legión. Delgado explicó que con este trabajo se ha preguntado «¿de dónde ha salido el discurso que se atribuye a Unamuno?» y en sus conclusiones afirma como respuesta a esta cuestión que «se lo inventó Luis Portillo, un profesor de la Universidad de Salamanca exiliado en Londres». En 1941, Portillo publicó en una revista británica, “Horizons”, la versión de aquel conflicto verbal entre Unamuno y Millán-Astray, en el que ya habla de una expresión, «¡muera la inteligencia!», que atribuye al general franquista; y también cita una expresión dicha, según Portillo, por el rector salmantino de aquella época: «Venceréis pero no convenceréis».

 

Amenábar apuesta por la versión de Luis Portillo

Entre las fuentes que tanto Alejandro Amenábar como el coguionista Alejandro Hernández –firmante de libretos como “Caníbal” y “El autor”– han utilizado para elaborar “Mientras dure la guerra”, figura “En el torbellino. Unamuno y la Guerra Civil”, firmado por Colette y Jean-Claude Rabaté.

Una pareja de historiadores que dedicó una monumental biografía a Unamuno en el 2009 y que también participó en el asesoramiento de esta película. Según su teoría, a pesar del toque literario que incluyó el testimonio recogido por el periodista Luis Portillo, es sin duda la versión que más se acerca al contenido de los afilados discursos que se escucharon en el paraninfo de la Universidad de Salamanca.

En 1941, Portillo publicó en la revista británica “Horizons” la versión de aquel duelo entre Unamuno y Millán-Astray, en el que asomó la expresión «¡muera la inteligencia!», que se atribuye al general franquista; y la expresión dicha, según Portillo, por el rector salmantino, «venceréis pero no convenceréis».

A modo de testimonio de todo lo que aconteció aquel 12 de octubre de 1936, tan solo quedan para la memoria del recuerdo algunos apuntes que Unamuno escribió apresuradamente en un sobre y mientras se sucedían los discursos.  Koldo LANDALUZE