Barrenetxea IV jugará el próximo sábado su segunda final del Torneo Kutxabank después de imponerse por 25-30 a Endika en la semifinal. En la gran pelea por la txapela le espera Javier Urriza, por lo que se repite la final de la edición de 2016.

La semifinal, como suele ocurrir entre los dos Endika, fue emocionante e igualada y no se decidió hasta el final. La primera parte del partido fue clara a favor de Endika, pero a partir del 19-15 el partido viró a favor de Barrenetxea, quien se desenvolvió mejor en la fase decisiva del intenso partido.

Hasta el 19-15 el peloteo era parejo, con algo más de acierto por parte de Endika, pero la diferencia estaba sobre todo en las faltas de saque. Barrenetxea había cometido cuatro por ninguno de Endika y esa era la diferencia en el marcador. Los tantos en el peloteo, los tantos de saque y los fallos en juego estaban igualados.

Endika se desenvolvía muy bien en defensa y a Barrenetxea le costaba más moverse en la cancha. Además, en el rebote el de Saldias encontró un buen filón haciendo hasta cuatro tantos con esa jugada de revés. Las máximas rentas fueron de cinco tantos en el 16-11 y 18-13, y hubo dos tantos muy duros que cayeron de su lado, aunque es posible que el cansancio acumulado le pasara factura al final.

Porque, a partir del 19-15, Barrenetxea empezó a sacar mejor, Endika no reaccionaba tan bien al resto y, además, el hernaniarra acertó mejor a bajar la pelota, algo que hizo bien hasta ese momento Endika, pero no tanto en la segunda parte. Él mismo afirmó después que se quedó algo bloqueado, quizás por esa fatiga acumulada.

Barrenetxea venía de atrás adelante, las faltas de saque eran historia y comenzó a hacer tacadas de saque. Se pasó del 19-15 al 19-21 con un parcial de 0-6, y tras el empate a 21, del 24-26 se pasó ya a un definitivo 24-29.

Un tanto para cada uno cerraba un partido igualado pero en el que el físico de Barrenetxea (19 tantos en juego, ocho de saque) se impuso a un Endika (15 en juego y 3 de saque) que acusó el ritmo que imprimió al inicio.