Expectación deportiva, incertidumbre organizativa
La «nueva» competición arranca con fuerza en el césped pero rodeada de incógnitas en los despachos.
Con la goleada del Sevilla al Granadilla, ayer echó a andar la nueva temporada en Primera. Primera Iberdrola, concretamente, que ese es el nombre oficial de esta «nueva» competición, que llega con mucha mejor pinta sobre el césped que en los despachos.
El crecimiento del fútbol femenino en el Estado español en los últimos años es innegable. Buena parte de la responsabilidad recae en los clubes que, con mayor o menor convicción, han realizado una apuesta todavía escasamente rentable en términos económicos, al menos en la gran mayoría de los casos.
Bajo el manto de la LFP, buena parte de ellos se unieron hace ya casi cuatro años en la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino, uno de los actores fundamentales en los avances experimentados. Pocos meses después, nacía el Comité de Fútbol Femenino de la AFE, presidida entonces por Luis Rubiales.
Con ese precedente y los guiños al fútbol femenino del exfutbolista canario a su llegada a la presidencia de la Federación Española, el panorama invitaba al optimismo. Hasta que dejó de hacerlo. La pasada primavera, la Asamblea General Extraordinaria de la Española aprobó la creación de un nuevo modelo competitivo, con apenas cuatro meses de margen y con la ACFF, que venía de anunciar la venta histórica de los derechos de retransmisión –nueve millones por tres temporadas con Mediapro–, en contra. Todo ello con las negociaciones por el convenio colectivo, en el que se venía trabajando todo el curso, totalmente empantanadas.
Rubiales se ha salido con la suya pero sólo a medias. Todos los equipos, no les quedaba otra, se han adscrito al nuevo modelo pero no han cedido sus derechos de imagen, como se pretendía desde la Española. La justicia dio la razón a los clubes: los derechos de imagen son suyos. El ente federativo ha propuesto ahora la cesión parcial de esos derechos, a cambio de 500.000 euros cada club de Primera y 100.000 a cada uno de los 32 equipos de la nueva Segunda Pro (o Reto Iberdrola, su nombre comercial).
Un planteamiento al que, según diversas fuentes, ya habrían dado el visto bueno Athletic, Barcelona, Tacón –los tres únicos equipos de Primera que no pertenecen a la ACFF–, Sevilla y casi una veintena de equipos de Segunda. El mensaje de la Española es que se puede aspirar a una cifra mayor que esos nueve millones que se acordaron con Mediapro y que con el trabajo conjunto en este ámbito será más fácil tanto la búsqueda de nuevos y mejores sponsors como la consecución de una de sus grandes promesas: la emisión en directo de todos los partidos de Primera, una de las mejores maneras de enganchar aficionados y, lógicamente, también patrocinios.
La televisión y el convenio
Lo cierto es que, en ese sentido, la temporada comienza poco más o menos como acabó la anterior. De los ocho partidos de la jornada, tres se han quedado sin televisión (Levante-Athletic, Sevilla-Granadilla y EDF-Rayo) y el Barcelona-Tacón tuvieron que ofrecerlo Barça TV y Real Madrid TV. Gol mantiene su doble cita (Sporting-Atlético, Madrid-Betis) y el viernes, apenas unas horas antes de que se pusiera en marcha la competición, se supo que también Vamos mantiene su oferta y emitirá otros dos encuentros (Valencia-Real y Deportivo-Espanyol).
Otro tanto sucede con el convenio colectivo, en el que han venido trabajando jugadoras y clubes durante prácticamente el último año sin alcanzar un acuerdo. El fútbol femenino empieza a manejar dinero pero las reivindicaciones de las futbolistas siguen sin respuesta.
Estrellas mundialistas
Y, sin embargo, serán ellas las que, una vez más, den lustre a una competición que ha generado muchísima expectación. Por el éxito, a todos los niveles, del Mundial, por el apoyo creciente de aficionados y medios, por el propio nivel deportivo de una Liga que no deja de crecer, por la llegada de nombres ilustres... Esta Primera renovada comienza con la certeza de que ofrecerá un buen espectáculo y también, como de costumbre, con muchas incógnitas.
Empezando por la que atañe al título, que vuelve a contar con Atlético –ganador de las tres últimas Ligas–, y Barcelona –cuatro «larguerazos» consecutivos pero una final de Champions ya en las retinas– como principales favoritos. El campeón ha perdido a Jenni Hermoso o Andrea Falcón, ambas ahora de blaugrana, pero ha fichado a la exculé Toni Duggan, Charlyn Corral e incluso al Guante de oro del pasado Mundial, Sari Van Veenendaal. El Barcelona, además de recuperar a Hermoso y Falcón y confirmar a Oshoala, se ha hecho con la exquisitez de Caroline Graham Hansen, una de las mejores jugadores que haya pasado nunca por la Liga.
Es probable que en la clasificación se mueva por debajo de Atlético y Barcelona pero en el capítulo de fichajes no anda lejos el recién ascendido Tacón/futuro Real Madrid: allí han llegado dos de las grandes artífices del bronce sueco en el Mundial, Kosvare Asllani y Sofia Jakobsson, además de la brasileña Thaissa. Más llamativos aún son los fichajes de Marie-Laure Delie y Mónica por el Madrid.
También, por pobre, lo es el número de entrenadoras en la categoría, dos de 16. Las mismas que la temporada pasada, aunque en diferentes banquillos: Irene Ferreras dirigirá ahora al Valencia y María Pry al Levante.
Athletic y Real no dan el paso en ese sentido. En el banquillo rojiblanco ha habido relevo pero el sustituto de Joseba Agirre es Ángel Villacampa, el técnico que llevó al Atlético a su primer título de Liga. En un torneo que vuelve a batir su récord de jugadoras extranjeras, el Athletic apuesta por futbolistas de casa –sólo se incorpora Andrea de la Nava, además de la aportación del filial y la recuperada Maite Oroz– pero Villacampa asegura que «tenemos mucho que decir» y que la «dificultad» supone «un reto añadido».
Ha habido más incorporaciones en la Real –Bárbara Latorre, Ana Tejada, Lucía Rodríguez y en principio llegará una futbolista más–, que además pierde a Sandra Ramajo, Chini, Paola Soldevila o Bea Beltrán. Pero Gonzalo Arconada trabaja en un proyecto continuista, que pivota sobre Nahikari García y que rebosa ilusión tras una campaña histórica en la que las donostiarras inauguraron su palmarés con el título de Copa. Aunque, pese a ello, el técnico basa su optimismo en «el crecimiento que ha experimentado el equipo».
Cuatro equipos vascos en la nueva Segunda
Una de las principales novedades de la temporada radica en la puesta en marcha de una nueva categoría: la nueva Segunda Pro o, en su nombre comercial, Reto Iberdrola. El objetivo es doble: reducir el salto entre categorías y potenciar la profesionalización de este segundo peldaño, lo que parece más sencillo con la nueva organización.
La Segunda pasa a estar compuesta por dos grupos, Norte y Sur, con 16 equipos en cada uno. Está compuesta los dos equipos que descendieron la temporada pasada (Málaga y Fundación Albacete) y los cuatro primeros equipos de los grupos de Segunda, exceptuando lógicamente los dos que lograron el ascenso (Deportivo Abanca y Tacón), así como los cuatro mejores quintos.
Cuatro serán, por tanto, los representantes vascos en esta nueva categoría. Encabezados por Osasuna, campeón de grupo la pasada temporada y al que el Santa Teresa dejó apeado en el play-off de ascenso. Junto a las rojillas, competirán Alavés, Athletic B y Eibar. Navarras, albiazules y armeras han realizado una importante renovación en sus equipos.
Los cuatro competirán en el Grupo Norte junto a AEM Lleida, Atlético B, Parquesol, Pozuelo, Barcelona B, Friol, Madrid B, Oviedo Moderno, Racing, Seagull, Sporting y Zaragoza.A.U.L.