Jon ORMAZABAL
Pelota

«Jaio. Pilota. Hil»

Olaizola-Urrutikoetxea aprovechan la extenuación rival para remontar un 19-21 en 957 pelotazos.

OLAIZOLA-URRUTIKOET. 22

BENGOETXEA-ARETXAB. 21


Más de uno aprovechó ayer el viaje a Iruñea para pasarse por el Labrit y el Nafarroa Arena. «Jaio.Musika.Hil» fue uno de los temas que los de Lekunberri tocaron en su histórica despedida, «Jaio.Pilota.Hil» pudo ser el lema del no menos memorable partido del Parejas, de 100 minutos y 937 pelotazos, casi tan largo como el adiós de Gorka Urbizu y los suyos. Si entre todos los rockeros la sensación que perdura hoy es una mezcla entre la nostalgia tras 25 años de carrera de los de Lekunberri y la emoción de haber disfrutado de un momento único, solo Aimar Olaizola y Mikel Urrutikoetxea podrán aliviar sus agujetas con el valioso punto obtenido. A Oinatz y Aretxabaleta, les puede quedar la satisfacción del aplauso con el que los despidió el Labrit, al zaguero incluso el haber demostrado que tiene nivel para este Parejas, pero seguro que las molestias son mayores por la pena por no haber podido cerrar un eterno partido que era suyo con 19-21 tras haberse vaciado.

Sin embargo, tal era el bloqueo en los cuádriceps de Oinatz Bengoetxea, que tuvo que ser un Aretxabaleta que no estaba mucho mejor el que hizo el saque y esa falta de fuerzas fue la que les privó de un duelo eternizado por un material que también quedó en nada.

En la vuelta de Urrutikoetxea a la zaga, se defendió muy bien de aire con los pies en el cuatro y medio, pero fue Aimar al que más incómodo y falto de decisión se vio. Terminó el más entero, pero pegó 76 pelotazos menos que su zaguero (196/272).