Al PSN le vale la «geometría variable» para la fiscalidad
María Chivite logra que el Parlamento dé el visto bueno a su reforma fiscal, gracias a trocearla en tres pedazos. A NA+ le pudo la tentación de quitar impuestos a los grandes empresarios. Podemos, que tiene consejero, se pasó al voto negativo con EH Bildu e I-E y se inauguró así un polo de izquierdas. Caído el veto a EH Bildu, empieza el gran reto: los presupuestos.
El PSN consiguió, al menos aparentemente, excavar el canal por el que pretende fluir a lo largo de la legislatura. Su decisión de partir las modificaciones fiscales para esta campaña en tres bloques distintos en busca del apoyo de EH Bildu para dos de ellas (finalmente fue abstención) y de NA+ para la tercera (exención del Impuesto del Patrimonio ligado a la actividad empresarial) le funcionó. Si bien, lo que finalmente se aprobó ayer constituyó ningún salto al vacío, en tanto que se mantiene la línea fiscal fijada por la mayoría parlamentaria anterior tras la reforma de 2015.
Después de que EH Bildu anunciara un «acuerdo de mínimos» sobre la batería de medidas fiscales a excepción de exención del patrimonio de los empresarios, la única duda con la que se llegaba al pleno era sobre la actuación de Navarra Suma que había prometido un no a todo, pues decía que «no entraba a negociar parches». Al final, los de Javier Esparza (pese a fijar hoy como el día en que se cometía el «error histórico» de la alianza con EH Bildu), han acabado absteniéndose.
Navarra Suma cambió de oradores durante el pleno. Esparza empleó un discurso catastrofista con un argumentario un tanto barato, o naif, si se quiere. «Nosotros pensamos que es mejor que el dinero esté en los bolsillos de los ciudadanos, porque ahorrarán más, gastarán o invertirán. Y eso es lo que permite mantener los servicios públicos», llegó a decir Esparza.
El líder de Navarra Suma afirmó que el PSN está atado «de pies y manos» y le ha recordado los tiempos en los que pactaban las medidas fiscales con ellos. Esparza apuntó que las modificaciones afectan solo al 0,2% de los tributos. Por tanto, calificó al actual Gobierno de continuismo absoluto y ser un «pentapartito» donde «Barkos manda y EH Bildu decide».
Parecía que no había dónde rascar, pero en el momento en que tocaba abstenerse para beneficiar a los grandes empresarios, subió al estrado la número dos de Navarra Suma, María Jesús Valdemoros, que anunció la abstención porque el Impuesto del Patrimonio es «un tributo dañino en especial para empresas familiares». No votaron que sí porque la exención les parece «insuficiente» y un parche.
Bloque de 10 por la izquierda
Adolfo Araiz, de EH Bildu, cargó con dureza contra esta tercera medida fiscal tanto por el fondo como por la forma en que se plantea. Explicó que no solo se perdona a los grandes empresarios el pago de impuestos sino que, además, se genera una opacidad. El sistema vigente permite deducciones del 95% para este tipo de patrimonios, pero es distinto deducir a eximir, pues para las deducciones se tiene que declarar a Hacienda el bien. En cambio, si son beneficios o patrimonios exentos se pone una venda a lo inspectores, que ya no pueden ver unas ganancias, pues no se informa de ellas.
Araiz denunció que se abra esta ventana al fraude, advertencia que le ha hecho la formación abertzale al PSN y Geroa Bai desde el primer momento. El portavoz de EH Bildu atribuyó la decisión a determinados lobbies de empresarios navarros. «Tenemos la razón, pero no tenemos los votos», lamentó Araiz.
Eso sí, es tan injustificable lo que están haciendo el PSN y Geroa Bai desde un punto de vista de izquierdas que se les acabaron desmarcando I-E y Podemos. Y esto tiene consecuencias. I-E ya se ganó un cierto margen de maniobra cuando en junio decidió votar favorablemente a María Chivite pero declinó entrar en el Gobierno. Así, Marisa de Simón se posicionó en el debate de ayer «radicalmente en contra» de esta medida contra el Patrimonio.
El paso adelante dado por Podemos, sí que cambia un poco (muy poco) el juego parlamentario. En principio, dado que accedió a una consejería, se le presumía fiel en una materia tan clave como la de la financiación. Pero Mikel Buil insistió en que esto es un «desacuerdo programático» y votó en contra.
Cabe recordar que en el juego de las sillas del Parlamento navarro el partido mayoritario es Navarra Suma, que tiene 20. Si PSN y Geroa Bai pierden el apoyo de Podemos e I-E, se quedan en 20 también. Esto puede suponer a futuro algún apuro para María Chivite.
«Geometría variable»
La jornada se la puede anotar Chivite como una victoria, pero relativa. No parecía esperable que el PSN llegara a estos acuerdos en materia económica con Navarra Suma de forma tan temprana. Sin embargo, más importante que las medidas fiscales son los presupuestos y, por el camino, la capacidad de negociación con NA+ ha quedado evidentemente rota. Solo le queda la vía EH Bildu, tal y como le recordó Esparza. Y el desmarque de Podemos e I-E con el asunto del Patrimonio dibuja un camino un poco más estrechito para este juego de equilibrios («geometría variable», como lo llaman ellos) para el PSN.
Finiquitada la negociación de las medidas fiscales, ahora arranca la fase definitiva: los presupuestos. Ahí se verá la solidez o endeblez del Gobierno, porque no habrá «geometrías variables» que valgan. Esparza apuntó que lo principal de todo el proceso fue la foto de Chivite con Araiz y Bakartxo Ruiz en Diputación. Que todo se ha tratado de un «blanqueo» para poder negociar los presupuestos sin vetos. Algo de razón tiene.
Mientras tanto –claro está– todos miran de reojo a las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez.
Rodillo de PNV, PSE y EP a toda enmienda
PNV, PSE y Elkarrekin Podemos (EP) aplicaron ayer su rodillo para rechazar en comisión todas las enmiendas presentadas por EH Bildu y PP. Ninguna de ellas, tampoco las que el grupo morado apoyó en el pasado, mereció un voto positivo. La aprobación final será el 27 en un pleno. PNV y PSE cumplieron con su parte del compromiso de aprobar las enmiendas presentadas por Elkarrekin Podemos y este grupo también lo ha hecho al contribuir a rechazar todas las enmiendas presentadas por EH Bildu y PP, incluso aquellas de la izquierda independentista que apoyó en ejercicios anteriores. De esta forma, con su paso de algo menos de dos horas y media por la Comisión de Hacienda y Presupuestos de la Cámara, las cuentas de 2020 quedan listas para su aprobación en el Pleno del día 27. Antes de comenzar la votación en comisión la parlamentaria de EH Bildu Leire Pinedo, dirigiéndose a Elkarrekin Podemos, opinó que este es un «mal momento» para acordar los presupuestos con un partido como el PNV «implicado en el mayor caso de corrupción de la historia de este país» en referencia al “Caso de Miguel”, y criticó que no se incluya en las cuentas «ni un solo euro» para luchar contra la corrupción. El pacto de EP con el Gobierno de Lakua ha provocado el desmarque de los dos representantes de Ezker Anitza.Iñaki IRIONDO
Declaraciones
«Entendemos que es el mismo camino que tenemos que hacer para los presupuestos y estamos valorando las propuestas que han puesto otros grupos encima de la mesa»
María CHIVITE
Presidenta navarra
«Ha habido una cesión a unos determinados lobbies. A la CEN, a la Cámara de Comercio... Esto es así. Es lo que tiene tener la razón, pero no tener los votos»
Adolfo ARAIZ
EH Bildu
«[Sobre el Patrimonio] Estamos convencidos de la posición que vamos a tomar»
Uxue BARKOS
Geroa Bai
«No queremos perjudicar a la sociedad navarra. Nos mueve Navarra. Principios... los justos, no demasiados, pero firmes como un roca»
María J. VALDEMOROS
Navarra Suma
«La exención del Patrimonio es un desacuerdo programático, por eso tiene que salir con los votos de NA+»
Mikel BUIL
Podemos