El vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Montesinos, anunció ayer que su partido estudiará la adopción de medidas legales contra la prisión de Lledoners, en la que se encuentran presos los líderes políticos catalanes. El motivo es el audio de Oriol Junqueras que pudo escucharse durante el Congreso de ERC –ver crónica–. Cree que el penal permitió que el presidente de la formación catalana diera «un mitin» mientras está privado de libertad. «Si ha caído en prevaricación, el PP va a actuar en los tribunales porque no se puede consentir que Junqueras dé mítines desde la cárcel», subrayó Montesinos.

Mientras cada vez son más las voces de juristas que abogan por una excarcelación cuanto antes de Junqueras ante el escándalo judicial que supone la resolución del TJUE, el PP se revuelve como un animal herido, apelando a nuevos castigos hasta apuntar ya a los propios responsables de la prisión en la que está recluido el presidente de ERC.

El objetivo claro del PP, sin embargo, es principalmente torpedear las negociaciones PSOE-ERC en el nuevo escenario abierto. Para ello, solicitó la comparecencia en el Congreso de Carmen Calvo, que tras el ultimátum que lanzó ERC sobre la postura que ha de mantener la Abogacía del Estado, realizó ayer una manifestaciones en tono más bien posibilista.

Calvo, actual vicepresidenta española en funciones, aseguró ayer que «acata» el dictamen de los jueces europeos que señalan que Junqueras tenía inmunidad cuando estaba siendo juzgado, porque era un eurodiputado. En este sentido, la vicepresidenta fue un paso más allá al recordar que esta decisión del TJUE «obliga» al Supremo español a aceptar dicha inmunidad.

El tono de las declaraciones de Calvo pudiera encajar con una Abogacía del Estado que no defienda el mantenimiento en prisión de Junqueras, condición en principio sine qua non para las negociaciones sobre la eventual investidura de Sánchez. «El Tribunal de Luxemburgo es también un tribunal para los españoles, no es un tribunal ajeno a nuestra soberanía jurisdiccional», remarcó Calvo.

El PSOE, sin embargo, no va mucho más allá de eso. Sigue inmerso en una de dimes y diretes con el PP que suena del todo superficial. La vicepresidenta mantuvo ayer que la crisis en Catalunya no es más que una «herencia» que ellos han tenido por la mala gestión del PP. Eso sí, Calvo cerró sus declaraciones augurando que la negociación con ERC tratará sobre «soluciones a los problemas de este país y el futuro de Catalunya».

Montesinos considera que esta ambigüedad de Calvo es una postura «intolerable» y advierte que la posición que adopte la Abogacía del Estado será para ellos la piedra de toque definitiva en este asunto.