Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

El regreso de Papa Noël

Vuelve una vez más la magia de la Navidad, esta vez con todo un país en pie de guerra contra una reforma de las pensiones que ya se ha llevado por delante a su redactor. Pero Emmanuel Macron no se arruga ante el viento polar de la huelga. Se ha refugiado en el África tropical, desde donde ha anunciado, con el aplauso de las tropas francesas destinadas en aquel país, la «neutralización de 33 terroristas» en Malí. Una forma de justificar la presencia armada francesa en las antiguas colonias africanas –hoy Estados supuestamente soberanos–, pero sobre todo un intento infantil de desviar la atención mediática demasiado centrada estas dos últimas semanas en las calles de la metrópoli. Y como su buena nueva ha impactado tanto como una bala de fogueo, el presidente se ha vestido de rojo, se ha colocado una barba blanca postiza y arrastrando a su espalda un saco repleto de humo ha proclamado en vísperas de Navidad que, solemnemente, renuncia a la pensión que como expresidente le correspondería una vez llegada la edad de jubilación. Pero desde aquel trópico lejano, su anuncio suena lacrimógeno. Porque los regalos que Papa Emmanuel trae consigo solo los abrirán unos pocos privilegiados. Que la reforma de las pensiones, al final, va de eso, de recortar a muchos para regalar a unos cuantos, esos mismos que año tras años nos venden el cuento de la Navidad.