Gloria REKARTE
Expresa
AZKEN PUNTUA

Ausencias

Quieras que no, las navidades terminan tocándote la moral. No hablo del feroz consumismo en estas fechas, ese que tanto criticamos, pero al que terminamos sumándonos de una forma u otra. Es otra cosa; es porque, a veces, inevitablemente, nos parece que el resto del mundo es como en la tele, abrazos, sonrisas y todo el belén, y el único asiento vacío en una mesa está en nuestra casa. Lo disimulamos, que es algo que sabemos hacer muy bien, pero al final resulta que las ausencias, esas que llevamos con nosotros durante todo el año y que unos días escuecen mucho y otros escuecen más, hoy se nos vuelven un nudo en la garganta y otro en el corazón. Que es una tontería, y lo sabemos, porque cuando alguien nos falta, no nos falta más el 24 de diciembre que el 30 de marzo; no deseamos más que vuelva a casa, o que nunca se hubiera ido, en nochebuena que cualquier otra noche. En fin, todo eso que ya sabemos porque de ausencias sabemos mucho, pero es que es difícil salir ileso cuando te machacan la añoranza varias veces al día a golpe de vuelve a casa y de reencuentro bajo el árbol. Pensándolo bien, las navidades no te tocan la moral, sino la ausencia. Y, pensándolo mejor, sí que tiene que ver con el consumismo. Pero el nudo en la garganta y en el corazón, no nos lo quita nadie.