Tragedias
El «muñeco diabólico» noruego sigue a lo suyo en Dortmund y «Chicharito» Hernández supera el efecto Ibrahimovic en la MLS.
«Veo una pelota cruzada frente a los palos, pérfida y maliciosa, con toda la defensa a contrapierna, y un manchón naranja y holandés llegando de frente. No había nadie en el arco. Juro que no había nadie... Llegó el holandés a la carrera y, arrojándose al piso, le pegó como venía al gol inevitable. Apareció entonces, desde algún lado, otro manchón verde a mil por hora, como el tren que atropella al Coyote por sorpresa en medio del desierto, y sacó la pelota a centímetros de la raya con las piernas, con la panza, con el culo, con lo que fuera, pero la sacó. Todos nos agarrábamos la cabeza. Los holandeses por el gol perdido, nosotros por el gol evitado, el mundo entero por esa muestra de ‘efectos especiales’ con que el ‘Pato’ se había adelantado a Spielberg». No fue el guardameta Ubaldo Fillol, sino la madera la que repelió el esférico. Pero así, de esta manera tan magistral, relató el maestro Roberto ‘El Negro’ Fontanarrosa aquel milagro, ese que, cuentan, todavía hoy, cuando el estadio Monumental de Núñez está vacío, se puede oír la pelota golpeando el palo de la portería argentina a tiro de Rob Rensenbrink.
La Copa Mundial de Argentina´78 marcó para nuestra generación el fútbol de nuestra infancia, con aquel televisor a color Sanyo comprado casi para la ocasión, a través del cual medio mundo contuvo la respiración y el otro medio exhaló un interminable suspiro cuando uno de los mejores delanteros de la época estuvo a punto de dejar a la anfitriona argentina sin su Mundial, el de la Dictadura militar, y quién sabe si cambiar el devenir del mundo pelotero. Rob Rensenbrink, el ariete de aquella ‘Naranja Mecánica’, subcampeón del Mundo en el 74 y de nuevo en el 78, autor del gol 1.000 de los Mundiales, Balón de Plata en 1976, estrella del Anderlecht y el Brujas, falleció esta semana a la edad de 74 años tras una enfermedad muscular degenerativa. Siempre le recordaremos por aquel balón a la madera que pudo dar a Países Bajos su primer y único Mundial. La maldición tulipán de la ‘R’, dicen: le pasó a Rep en el 74, le sucedió a Rensenbrink en el 78, todos recordamos la de Robben frente a Iker Casillas en 2010.
El que no falla es la nueva sensación del fútbol alemán y europeo por extensión. El noruego Erling Haaland volvió a empezar el partido desde el banquillo, hasta que su técnico le dio bola. Fueron 25 minutos de la segunda mitad en los que firmó un doblete y volvió a acaparar elogios, en un partido en el que aprovechando que se rumorea que la empresa Red Bull quiere ahora comprar el equipo danés Brondby, la hinchada del Dortmund colgó una bandera que decía: ‘‘Siempre amarillo y azul. Siempre Brondby IF. Nunca Red Bull’’. Miradas para sus demandas, miradas para Haaland, pero miradas también para otro joven de 19 años, inglés, Jadon Sancho, que ya firma unas estadísticas de 14 goles y 15 asistencias en 26 partidos ese curso. Lo que atesora este Dortmund...
Los renanos son cuartos, a seis puntos de un líder, Leipzig, que perdió y lo aprovechó el Bayern para golear 5-0, con el exrealista Odrizola suplente y Javi Martínez lesionado, y ponerse a uno de la punta de la Bundesliga. En una fecha en la que en muchos lugares, y cómo no Alemania, se recuerda a las víctimas del Holocausto nazi, los jugadores del ‘pirata’ FC Sankt Pauli, de la Segunda germana, participaron en un tour por el barrio, organizado por los fans del club, donde se explicaba cómo afectó a St. Pauli el establecimiento del Tercer Reich.
Todos pinchan en Italia
Lecciones de historia que harían bien en repasar los seguidores más ultras de una Lazio que no pasó del empate a uno en el derbi de la capital ante la Roma, donde, como curiosidad, los dos capitanes eran de origen bosnio. Un marcador que debió espolear a Inter y Juventus, por delante de los laziale, pero no. Los nerazurri también empataron y la Juventus, perdió. El Napoli de Gatusso recibía a los juventinos con una victoria en las últimas 12 jornadas, los biannconeri visitaban San Paolo con una derrota en 20 juegos: al final, pese al gol de Cristiano Ronaldo por octavo encuentro consecutivo, triunfo local 2-1 que cerró una jornada en Serie A sin victoria de ninguno de los cuatro primeros. Los elogios los acaparó el Atalanta, quinto clasificado, que le endosó un histórico 0-7 al Torino; el equipo lombardo es el más goleador del Calcio, y tres de sus últimos cinco duelos los ha ganado por más de 5 goles.
En Italia se vivió con pasión el Derby della Capitale, mientras en la Premier League de Ghana la atención la acaparó el clásico del país, Asante Kotoko-Hearts of Oak, con las calles de Kumasi convertidas en fiesta. Ganaron los locales, y el presidente de los primeros, el doctor Kwame Kyei, recompensó a cada jugador de su equipo con 2.000 Cedis, al cambio, 325 euros. Mejor parado salió el chaval de solo 16 años Mathew Cudjoe, que jugó apenas 15 minutos, suficientes para que, siguiendo esa tradición del fútbol africano, recibiera luego dinero de parte del público. Peor les fue en la liga de Zambia, donde un ataque de abejas en el Buildcon/Zesco obligó a suspender durante un rato el duelo.
Durante cinco largo años ha estado en suspenso la liga de fútbol de Yemen. A pesar de la guerra civil que vive el país desde 2014 y una grave crisis humanitaria desde 2011, regresó este fin de semana, con 30.000 espectadores en el clásico entre Al Shaab Hadramaut y Al Tilal, último campeón. Todo lo contrario de lo que ha sucedido en Líbano, la otrora bautizada como ‘Suiza de Oriente’, donde la Lebanese Football League ha sido supendida de manera definitiva, tras paralizarse en octubre, debido a las protestas que se desataron tras el anuncio de un impuesto a las llamadas telefónicas a través de WhatsApp.
Donde se ha desatado la locuta es en la Major League Soccer, o más concretamente en Los Angeles, donde ha desembarcado el fichaje más mediático de los últimos años en el futbol USA. Desde que en 2007 la franquicia angelina protagonizase el fichaje de David Beckham, ninguna transferencia ha acaparado tanta atención como la del mexicano ‘Chicharito’ Hernández. Ni siquiera la de una estrella como Zlatan Ibrahimović en 2018, que se presentó comprando dos páginas completas del ‘‘Los Angeles Times’’ con un lema tan egocéntrico como “Estimada Los Angeles, de nada”. A las 72 horas de haberse vestido la camiseta de Los Angeles Galaxy, el ‘Chícharo’ ya había vendido el doble de abonos en el mismo tiempo que tras la llegada del sueco. Llega por 10 millones de dólares procedente del Sevilla y cobrará más de 6 por cada una de las tres temporadas, situándole como el mejor pagado de la MLS. Pasión desatada y más cuando le toque jugar el derbi angelino contra Los Angeles FC de su compatriota Carlos Vela, actual MVP de la liga yanki.
El fútbol griego estalla
Pasión, pero a años luz de cómo el fútbol se inocula en los griegos. La Comisión Deportiva de la Federación helena sancionó hace unos día al histórico PAOK y al Xhanti porque el primero, a través de un primo del presidente del club de Salónica, sí el que saltó con una pistola al campo, habría comprado la mayoría de acciones del segundo, rumor difundido tiempo atrás por Olympiakos. El PAOK, líder, anunció en respuesta que retiraba a todos sus equipos de toda disciplina deportiva. ‘‘Grecia se dividirá en dos. El gobierno caerá y los ministros correrán. Avgenakis (ministro de Deportes) estás acabado», rezaba una pancarta en el estadio del PAOK, y es que Avgenakis es hincha declarado de... Olympiakos.
Protestas en la calle, debate que salta a la arena política... 24 horas después, el Gobierno griego recula, anuncia un cambio de la ley para que la medida se quede en seis puntos menos para el líder PAOK y 10 al Xhanti. Y a todo esto, PAOK y Olympiakos se verán las caras en liga dentro de un mes, una liga que hace unas semanas estuvo a punto de suspenderse después de que un árbitro sufriera dos ataques a su casa por hinchas de Olympiakos. Ni Roberto Fontanarrosa sería capaz de sintetizar con su pluma esta tragedia griega.